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Especialistas logran biocompatibilidad de células vivas en plástico

Redacción 2016-07-11 - 07:29:13

La restitución de piel en personas quemadas, pero también múltiples aplicaciones en áreas como la textil, son los beneficios de la biocompatibilidad de células vivas en plástico polivinilideno fluoruro, lograda por especialistas de diversas instituciones de educación superior.

En un comunicado, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), informó que entre los expertos participa Carlos Omar González Morán, investigador del Centro Universitario Valle de México de esta institución.

El miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) explicó que a través de la técnica electrospinning, la cual emplea energía positiva y negativa de alto voltaje que alcanza los 20 mil voltios, fue posible adelgazar el referido plástico y se lograron una finas membranas de aproximadamente 100 nanómetros.

Al aglutinar dichas membranas, abundó, se obtiene una más grande y en los minúsculos huecos que la componen se insertan células vivas que, de acuerdo con las pruebas realizadas en incubadoras, lograron compatibilidad biológica.

Indicó que las múltiples pruebas realizadas señalan que es posible la creación de cultivos celulares para la regeneración de piel.

El experto de la UAEM puntualizó que además de las aplicaciones médicas, las membranas que resultaron de este trabajo de investigación ofrecen una gran variedad de posibilidades, como la confección de telas que permitirían una mayor oxigenación al cuerpo en caso de la exposición a altas temperaturas.

Con las membranas del también denominado PUV DF, dijo, que soportan temperatura de hasta 150 grados celsius, es posible diseñar indumentaria ligera y resistente al calor, que permitiría por ejemplo agilizar el trabajo de los bomberos, quienes usualmente visten trajes sumamente pesados.

González Morán añadió que también podrían usarse en el diseño de ropa deportiva, pues el material resultante reduciría de manera importante la fricción con el agua o el aire.

Refirió que en este proyecto de investigación participan especialistas en Biotecnología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).


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