El gran espía político al desnudo

Un auténtico Big Brother es el que se vive en México, ordenado por gobernadores para intervenir en las llamadas telefónicas de enemigos políticos, empresarios, periodistas y hasta a sus propios colaboradores.

La revelación que el periódico Reforma hizo a mitad de la semana pasada respecto al espionaje que realiza el gobierno de Rafael Moreno Valle en Puebla no es un asunto menor.

Estamos hablando de que están grabando a personajes de alto nivel como la aspirante presidencial Margarita Zavala, la secretaria de Sedatu, Rosario Robles, la candidata del PRI a la gubernatura de Puebla, Blanca Alcalá, además de otros actores de la política nacional y de ese estado. Dos días después de la publicación de la Reforma, el periodista poblano Alejandro Mondragón en el noticiero radiofónico Al Portador dio a conocer grabaciones de Margarita Zavala, la secretaria Rosario Robles, de la senadora Lucero Saldaña y hasta una conversación de este columnista.

Con estas grabaciones se confirma la versión periodística de Reforma.

Para un mejor contexto, es necesario remontarse a los expedientes publicados en 2015 por el portal wikileaks, los cuales confirman que el gobierno de Puebla sí compró equipos de espionaje de alta tecnología y que estos fueron destinados al espionaje en contra de los enemigos del Señor de Los Cerros.

La información de Reforma se suma a las denuncias periodísticas de Intolerancia Diario, Proceso, LadoB y del periodista poblano Fernando Maldonado, en las que se mostraron elementos formales que vinculan al gobierno del estado con el espionaje telefónico.

Sin embargo, en un rueda de prensa, el vocero panista Javier Lozano desdeñó las denuncias, al asegurar que no hay pruebas del espionaje y que Puebla no cuenta con esos equipos.

Para su mala fortuna, existen pruebas fehacientes de que el gobierno de Moreno Valle no sólo tenía los equipos para intervenir, sino que también compró  y contrató a la empresa italiana Hacking Team a través de  la israelita SYM, la "instalación" de un gusano —virus cibernético— con capacidad de intervenir equipos de computo y teléfonos celulares.

Las pruebas derivadas de la información del portal wikileaks confirman que un empleado del gobierno del estado de nombre Celorio Mansi, tuvo comunicación vía mail con el proveedor Hacking Team en dos sentidos:

1. Para pedir que la empresa contratada enviara archivos infectados a diversos actores de la política a través de exploits, que no son otra cosa que correos electrónicos infectados de un virus, que al ser aceptados se internan al equipo receptor y se apoderan de la información de los equipos y pueden grabar cualquier conversación emitida por el equipo infectado.

2. Y para coordinar la capacitación de personal, la cual se realizó en el Hotel NH del centro histórico de la capital poblana. 
Además, dentro de la revelación de wikileaks, aparecen mails de Celorio Mansi con el proveedor mexicano SYM de Gadi Mokotov con copia para la italiana Haking Team hablando del proyecto de intervención telefónica y los productos adicionales.

Por otra parte, existe confirmación de la compra del grupo de Puebla del programa Galileo, que no es otra cosa que un virus creado para violar ilegalmente las llamadas y los datos de quienes abrían los correos.

Dentro de estos correos, se documenta que se realizaron dos operaciones: la compra inicial y la renovación de licencias.

Y para rematar, existen emails de Celorio Mansi solicitando diversos exploits (links que utilizan como gancho a través de mails para introducir el gusano que se interna en los equipos para hackearlos y controlarlos) relacionados con Eukid Castañón y diversos temas de interés regional.

Al respecto, ya existen denuncias penales ante PGR, la que gracias a diversas investigaciones periodísticas, ya cuentan con elementos suficientes para determinar  la presunta responsabilidad del gobernador de Puebla.

Ahora la investigación está en la cancha de la procuradora Arely Gómez, quien deberá determinar si toma o no al toro por los cuernos.
Veremos y diremos.