El factor Peña en el 2016

Dentro de las variantes que habrán de contemplar los partidos políticos en los comicios de 2016, resalta —para bien o para mal— la figura de Enrique Peña Nieto como factor electoral.
Sin embargo, pese a lo que algunos analistas políticos presumen, sobre el lastre que representará para el PRI el desprestigio del gobierno federal a poco más de la mitad del sexenio transcurrido, la realidad es que en las boletas del 2016 existen otros personajes y diversos factores, los cuales inclinarán con mayor peso la inclinación de las 12 balanzas de los estados en donde elegirán gobernador. Veamos.
En estos estados, sin cargos federales en juego, el referéndum es directo hacia cada gobernador. En sus virreinatos, las estructuras de gobierno estatal operan prácticamente a su antojo, ante el nulo control de los órganos electorales.
Si consideramos que el PRI gobierna en 9 de los 12 estados en donde habrá elección, tendremos que el principal referéndum caerá sobre las cabezas de los gobernadores tricolores. 
Por encima de Peña estará la evaluación de Carlos Lozano de Aguascalientes; Miguel Alonso de Zacatecas; Mariano González Zarur de Tlaxcala; Roberto Borge de Quintana Roo; Egidio Torre Cantú de Tamaulipas; César Duarte de Chihuahua, Jorge Herrera de Durango y muy particularmente de Javier Duarte de Veracruz.
En los estados poco se habla de la Casa Blanca, de Pemex o del dólar; ahí en las provincias los problemas son los que afectan el día a día de los posibles electores.
De ahí que el desprestigio de los gobiernos estatales, se busque contrarrestar con el uso excesivo de las estructuras y del dispendio de recursos tanto abierto como escondido, con tal de movilizar un voto que ya no asiste a las urnas de manera espontánea. Y así como en los estados priistas, lo mismo pasará en Puebla, Oaxaca y Sinaloa, en donde Rafael Moreno Valle, Gabino Cué y Mario López Valdés harán lo propio con tal de mantener para sus partidos las llaves de sus casas de gobierno y garantizar así su tranquilidad, pero sobre todo su libertad personal.
Pero lo que es una realidad es que Peña no será el factor determinante en estas 12 elecciones; cosa contraria al 2018 en donde su nombre, estará de manera intrínseca impreso en las boletas junto con el de su candidato.
El 2018 sí será la elección de Peña y ahí sí veremos y diremos.