FotografÃas: Internet
Desde el exterior, 44 columnas metálicas soportan la estructura del Kiosco Morisco. Sólo ocho columnas se ubican en el interior, tiene forma de un octágono, además de que cuenta con una cúpula de cristal y un águila elaborada de bronce. Considerado uno de los recintos más importantes y bellos de la Ciudad de México, en un principio el aposento era utilizado para los sorteos de la LoterÃa Nacional y funciones de cine. El Kiosco fue diseñado por el ingeniero José Ramón Ibarrola en el siglo XIX con el fin de que fuera el pabellón de México en la Exposición Universal de 1884 en Nueva Orleans y fue el industrial y empresario Andrew Carnegie quien prestó su acerera, ubicada en Pittsburg, para fabricarlo. El Pabellón llegó a nuestro territorio luego de haber pasado por Chicago y San Luis Missouri. Tras su llegada fue instalado en el costado sur de la Alameda de la Alameda Central. Tiempo después el expresidente Porfirio DÃaz mandó construir el Hemiciclo a Juárez en la misma zona por lo que el Kiosco tuvo que ser trasladado a la Alameda de Santa MarÃa la Ribera, que pronto se convirtió en su casa, en orgullo de los vecinos de la tradicional colonia y sÃmbolo nacional. En 1972 el Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia lo declaró Monumento ArtÃstico de la Nación y, actualmente la conservación y el mantenimiento corren a cargo de las autoridades de la delegación Cuauhtémoc. Cada fin de semana el Kiosko Morisco es testigo de la convivencia amigable que lo rodea. Ahà se ofrecen conciertos, actividades artÃsticas como danza, manualidades y los niños juegan pelota, andan en bicicleta, patinan, todo en familia.