Tras condenar las manifestaciones de odio que grupos racistas han emprendido contra mexicanos en Estados Unidos, la Iglesia Católica urgió al Gobierno Federal a dejar de levantar muros internos, por el contrario genere riqueza y combata la corrupción que permita crear condiciones de seguridad para favorecer las inversiones.
En su editorial publicado en el semanario Desde la Fe, la jerarquía católica consideró que la administración de Enrique Peña Nieto debe también recuperar las zonas pobres a través de políticas económicas de largo plazo y procurar el desarrollo social integral de áreas marginadas.
Asimismo, “favorecer la economía social y productiva de localidades en la incertidumbre por la carencia de oportunidades; vencer la injusta distribución de la riqueza e indecentes desigualdades entre millones de mexicanos”, expuso en el texto.
Advirtió que si se logran tomar esas acciones, “lo que ahora parece una catástrofe que se cierne sobre nuestro pueblo, podría convertirse en la coyuntura que tanto necesitamos para despegar como país en busca de mejores oportunidades para todos”.
Consideró que la estrategia de 11 puntos lanzada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) tras el anuncio del presidente electo de EU, Donald Trump, de deportar a tres millones de indocumentados, es un primer paso digno de reconocer pero insuficiente.
La iglesia calificó como irresponsable el discurso de Trump, el cual ha sido aprovechado por grupos racistas para incitar el odio contra las minorías, especialmente hispanos, quienes ahora afrontan una persecución xenófoba.
“Es sabido que millones de migrantes –de muchas nacionalidades- han contribuido a la grandeza de la nación estadunidense; sin embargo, hoy los dardos de la intolerancia apuntan hacia los de origen hispano, quienes desde la administración de Barack Obama, han sido acosados y perseguidos.
“Baste recordar que durante los ocho años de administración del demócrata, el vecino del norte prácticamente deportó tantos mexicanos como los que ahora pretende expulsar Trump”, destacó.
La jerarquía eclesiástica incluso fue más allá al asegurar que la iniciativa de Obama de legalizar a los inmigrantes no fue más que una coartada hipócrita que nunca tuvo la intención de ayudarlos, por lo que también “es falso que con la señora Hillary nos hubiera ido mejor”, concluyó.
Noticias relacionadas
