Taiwán sufre estragos por paso de supertifón Kong-rey

Feroces vientos y lluvias torrenciales azotaron Taiwán el jueves al acercarse el supertifón Kong-rey, que obligó a miles de pobladores a huir de una de las tormentas más poderosas en años en la zona.

Se prevé que Kong-rey tocará tierra la tarde del jueves en la montañosa costa este de la isla, cuyos pobladores fueron evacuados.

El ciclón avanza rápidamente con ráfagas de casi 260 kilómetros por hora, según el Centro Conjunto Estadounidense de Alerta de Tifones.

La tormenta es más poderosa que el tifón Gaemi, el más fuerte en golpear Taiwán en ocho años cuando tocó tierra en julio.

“Con la cercanía del tifón, debemos estar atentos a los fuertes vientos cerca del centro", advirtió en conferencia de prensa Chu Mei-lin, de la Administración Meteorológica Central.

"Su impacto en todo Taiwán será bastante severo", agregó.

Lugares de trabajo y escuelas fueron suspendidos el jueves debido a la tormenta, y las calles de Taipéi, usualmente repletas de actividad, estaban desiertas por la pesada lluvia y viento en la capital.

¿Qué es un supertifón?

Un supertifón es un tipo de ciclón tropical extremadamente poderoso que se forma en el océano Pacífico noroccidental, una región que abarca áreas como el Mar de Filipinas, las costas de Taiwán y Japón.

La diferencia principal entre un tifón y un supertifón radica en la intensidad de los vientos: mientras que un tifón presenta vientos sostenidos de hasta 150 km/h, un supertifón alcanza vientos sostenidos de más de 240 km/h, equivalente a una tormenta de categoría 4 o 5 en la escala de huracanes de Saffir-Simpson.

Los supertifones generan vientos extremos, lluvias torrenciales y oleajes elevados, lo que los convierte en fenómenos devastadores para las regiones costeras y zonas insulares. Estos ciclones pueden provocar deslizamientos de tierra, inundaciones y daños estructurales masivos, lo cual obliga a que miles de personas deban evacuar sus hogares en busca de seguridad.

Además, el impacto económico es significativo, ya que suelen dañar infraestructuras, cultivos y redes eléctricas, afectando la vida de las comunidades por semanas o incluso meses.

El desarrollo de un supertifón depende de varios factores, incluidos temperaturas oceánicas cálidas y condiciones atmosféricas adecuadas.

En un contexto de cambio climático, se teme que los supertifones puedan volverse más frecuentes y severos debido al calentamiento de los océanos, que proporciona más energía para su formación e intensificación.

La preparación ante un supertifón implica el monitoreo constante de las autoridades meteorológicas, evacuaciones preventivas y la implementación de medidas de emergencia para reducir el impacto.

Países como Japón, Filipinas y Taiwán han desarrollado sistemas de alerta avanzados y protocolos de seguridad para enfrentar estos eventos y minimizar la pérdida de vidas y daños.

Información: Excélsior