La académica agregó que los contaminantes, generan afectaciones directas en la salud de la población que habita en los márgenes del afluente.
“Una amplia variedad de sustancias químicas que existen en el río Atoyac puede afectar gravemente la salud humana, al grado de ocasionarles enfermedades cancerígenas que pueden adquirir las familias que viven en las laderas, y que pueden ser afectadas por esos contaminantes con los que tienen contacto diario”, comentó la académica Gabriela Pérez Castresana, coordinadora del texto “Salud ambiental en la cuenca del alto Atoyac”.
La académica agregó que los contaminantes, generan afectaciones directas en la salud de la población que habita en los márgenes del afluente.
“En las laderas del río Atoyac, hay muchas empresas que generan los contaminantes químicos que pueden provocar ECNT, que son un grupo heterogéneo de padecimientos que contribuye a la mortalidad mediante un pequeño número de desenlaces”, reiteró la académica.
Entre las enfermedades más comunes que pueden ocasionar se encuentra la diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedad vascular cerebral; además, los decesos son consecuencia de un proceso iniciado décadas antes.
Asimismo, Pérez Castresana dijo que algunas inducen la aparición de cáncer, sustancias carcinogénicas, como el benceno, el cual, es emitido al aire en grandes cantidades por la industria automotriz en la cuenca.
En la investigación se busca conocer la situación, peligros ambientales y acciones para reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles.
Pérez Castresana reiteró que otros contaminantes pueden provocar malformaciones congénitas por sus efectos mutagénicos, que son daños en el material genético, así como en el desarrollo embrionario, que es la etapa temprana del desarrollo del organismo.
Estos son los llamados compuestos mutagénicos y teratogénicos, entre los cuales, se encuentra el plomo y el mercurio, los cuales son liberados por las metalúrgicas, las industrias de agroquímicos, entre otras.
Para finalizar, Pérez Castresana también señaló que existen amplia variedad de tóxicos que pueden provocar enfermedades severas por su exposición prolongada, como arsénico, cadmio y cromo, los cuales, son utilizados recurrentemente en la industria de agroquímicos y estos metales son factores de riesgo de la insuficiencia renal alertó.
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