La artista ha enfrentado críticas por incorporar elementos considerados demasiado sexualizados en sus actuaciones.
Sabrina Carpenter, reconocida por su transición de estrella de Disney a ícono del pop, se encuentra en el centro de una controversia debido a la estética y coreografía de su reciente gira Short N' Sweet.
La artista ha enfrentado críticas por incorporar elementos considerados demasiado sexualizados en sus actuaciones, un cambio que ha dejado a algunos admiradores divididos y generado intensos debates en redes sociales.
Desde sus días como protagonista en Girl Meets World, Carpenter ha trabajado para establecerse como una artista multifacética.
Sus éxitos musicales, como Nonsense y Fast Times, reflejan una evolución artística que busca romper con la imagen inocente que adquirió durante su paso por Disney Channel.
Su reciente decisión de integrar movimientos y vestimentas más provocativas en el escenario ha generado polémica entre seguidores y padres que asisten a sus shows.
Durante sus presentaciones, Carpenter ha sido objeto de comentarios negativos en redes sociales, donde algunos usuarios calificaron su estilo como inapropiado para una audiencia más joven.
Expresiones como "esto es repulsivo" o "es una falta de respeto" abundan en las plataformas digitales. Por su parte, otros usuarios defendieron su derecho a la expresión artística, elogiando su autenticidad y valentía para abordar temas más maduros?.
Carpenter respondió a las críticas en una entrevista reciente para Time, afirmando que su prioridad es sentirse segura y cómoda en el escenario.
"Si algo te ayuda a sentirte bien, como la forma en que te vistes, entonces es lo que debes hacer", comentó.
La cantante también añadió un toque de humor al mencionar que su abuela, presente en uno de sus conciertos, no se enfoca en los detalles del espectáculo, sino en el orgullo de verla actuar ante una multitud?.
Por un lado, muchos ven en Carpenter una artista que rompe estigmas y celebra su crecimiento personal y profesional. Por otro, hay quienes consideran que ciertos elementos de su puesta en escena no son adecuados para todo tipo de espectadores.
A pesar de la controversia, Sabrina Carpenter sigue defendiendo su visión artística y animando a quienes no disfruten de su estilo a no asistir a sus conciertos. Con una base de fanáticos leales y una carrera en ascenso, la cantante parece decidida a continuar explorando nuevos territorios creativos, incluso si ello implica enfrentar opiniones divididas.
Información: Excélsior
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