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Foto: Megalópolis

Obras inconclusas, monumentos a la corrupción y el despilfarro

Margarita Alemán 2016-12-05 - 08:23:36

En 12 años el túnel sumergido de Coatzacoalcos, no se ha concluido a pesar de la inversión pública y privada. El hospital pediátrico de alta tecnología y con gran equipamiento, hoy en día es un proyecto que no ve cuándo pueda funcionar.

Primeras piedras, puentes sin concluir, edificios sin terminar, fue la herencia que dejó a los veracruzanos el exgobernador Fidel Herrera.

Con la llegada de Javier Duarte, dichas obras millonarias no se concluyeron y quedaron como monumento a la corrupción.

Se denomina elefantes blancos a aquellas obras que fueron diseñadas para cumplir un objetivo, pero no lo cumplen.

En 12 años el túnel sumergido de Coatzacoalcos, no se ha concluido a pesar de la inversión pública y privada. Único por sus características en América Latina, fue comparado con la línea 12 del metro en la Ciudad de México por el fraude, además de los 2 años por el cual estuvo frenada.

La llamada “obra ejemplar en el país y en Latinoamérica” por el gobierno estatal, fue adjudicada desde 2004 y debía quedar lista en 3 años, es decir en 2007.

La vialidad de 4 carriles por debajo del río Coatzacoalcos, con una extensión de más de 3 mil metros, de los cuales casi 800 van por debajo del agua, fue entregada a las empresas Concesionaria Túnel de Coatzacoalcos, S.A., y FCC Construcción, quienes además obtuvieron la concesión del Puente Coatzacoalcos I, de cuyo peaje obtendrían ingresos para llevar a cabo el subterráneo.

El pasado septiembre, el todavía secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González, dijo que tardará seis menes más en concluirse. Ante legisladores aseveró que el costo final será de 5 mil 398 millones de pesos, 65 por ciento más de lo planeado originalmente.

Aunque aseguró que la obra “no costaría ni un peso más” al proyecto original se le agregó una Asociación Público Privada donde se invertirán 900 millones de pesos para concluir 100 por ciento los accesos al Túnel Sumergido.

Señaló que el proyecto original, contemplaba una inversión de mil 784 millones de pesos. El titular de la SIOP dijo que el estado aportó 2 mil 300 millones, el resto de los recursos llegaron de la federación así como dinero de la concesionaria.

“El incremento de los costos se debe a una mala planeación y que resulta común en obras de gran envergadura, pues las condiciones del terreno pueden incidir en un mayor gasto”, justificó.

Por el retraso en la entrega de la obra, Ruiz González, culpó a Petróleos Mexicanos (Pemex) al señalar que no se emitieron oportunamente los permisos de liberación del derecho de vía del lado de la congregación de Villa Allende, además de los permisos ambientales respectivos.

El nuevo plazo de conclusión –antes era diciembre de 2016– es para abril de 2017.

En 2015 el gobierno de Veracruz amplió la concesión de la obra de 35 a 45 años con la condición de poner fin a los juicios con la empresa española FCC Construcciones y que esta la terminara en un plazo no mayor a 12 meses.

Tomás Ruiz dijo el estado: “Se vio beneficiado”, al detenerse los juicios que la empresa había iniciado contra la jefatura y además que al arreglar los conflictos legales no se perderían los 4 mil millones de pesos, los cuales ya se habían invertido.

Aseguró que los “beneficios” fueron que: los inversionistas asumirían los costos para concluir la obra, se logró bajar la tasa de retorno, de 26 a 12 por ciento, así como cualquier excedente en los ingresos deberán dividirse en partes iguales con la entidad.

Torre pediátrica, otro elefante blanco

En distintas ocasiones, Javier Duarte ofreció fechas para concluir dicho edificio, sin embargo, el desvío de recursos frenó la conclusión del mismo. El hospital pediátrico de alta tecnología y con gran equipamiento, hoy en día es un proyecto que no ve cuándo pueda funcionar.

Se hablaba de un centro médico especializado en pediatría de 10 pisos, que iba a contar con más de 200 camas, 8 quirófanos, 1 pabellón dedicado a quemaduras, áreas de nefrología, oncología, hemodiálisis y quimioterapia.

En noviembre de 2010, el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera,  previo a terminar su mandato, dio inauguración a los trabajos. Incluso se atrevió a comentar que iba a dejar el nosocomio como “un testamento” para la entidad.

Su administración recibió en aquel año 11 millones de dólares, de los cuales, 90 por ciento cayeron por fondos federales y la torre debía estar lista en 2012 y funcionar como un apéndice del hospital.

En enero pasado, el secretario de Salud del Estado, Fernando Benítez Obeso, indicó a la prensa local que: “Esperemos que quede en este año. Ya a finales, yo creo que esto llevaría más o menos como por septiembre u octubre”.

Además de los retrasos, el proyecto ha consumido el doble de la financiación prevista al inicio, es decir, entre 10 y 12 millones de dólares más, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud estatal.

Pendientes de terminar 109 clínicas y hospitales

El entonces secretario de salud, Fernando Benítez Obeso, reconoció que existen al menos 109 nosocomios y clínicas que por falta de dinero, no se pudieron concluir.

En total, refirió que el adeudo con constructoras es de 191 millones de pesos y desde su llegada contrató al menos 161 obras, de las cuales se tiene un pendiente de pago de 115 millones de pesos.

Enlistó a los proyectos inconclusos: el hospital de Coatzacoalcos, la Torre Pediátrica en el Puerto de Veracruz, la cual se logró construir hasta el quinto nivel, pero solo se hicieron las fachadas.

Asimismo, el hospital de Nautla, la clínica psiquiátrica de Orizaba, el nosocomio de Papantla, del cual apenas se construyó la primera etapa y la segunda fue cancelada por falta de dinero.

A dicha lista, se suma el hospital de Naranjos, el cual contaría con 30 camas para la atención de los pacientes; de este nosocomio, ya se realizó la primera y segunda etapa, pero la tercera no se pudo concluir debido a que la empresa pidió el término de contrato de manera anticipada debido a la falta de pagos.

En el caso de Poza Rica, la obra inicialmente tendría un costo de 16 millones de pesos, de la cual se lleva 24 por ciento de avance físico y 30 financieros.

Fernando Benítez Obeso culpó en todo momento a la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) de la cual dijo, las transferencias para culminar las obras nunca llegaron y por lo tanto, estas quedarán para que la siguiente administración las concluya.


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