En Centro Histórico se desborda mega plantón del CNTE

A más de diez días de la instalación del campamento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), las casas de campaña y el número de manifestantes pareció aumentar desde el pasado viernes en el Centro Histórico; además, vendedores ambulantes aprovecharon el plantón para colocar sus puestos y ofrecer sus productos.

Lo que en un primer momento se consideró como una protesta en la explanada de la Plaza de la Constitución, ahora se ve desbordado por varias calles aledañas.

Sobre 20 de Noviembre, uno de los principales accesos al Zócalo, las casas de campaña han avanzado hasta República de Uruguay; mientras que hacia la parte posterior, el plantón se extiende hasta Donceles, donde las carpas improvisadas con lonas también incrementaron.

En tanto, en dirección hacia Eje Central, la presencia de los inconformes se extiende sobre Francisco I. Madero hasta Isabel La Católica, incluso unos metros más hacia la calle Motolinia.

Desde el 15 de mayo, la amplitud del campamento por parte de los maestros ha generado molestias entre locatarios y visitantes, ya que entre las principales afectaciones está el cierre temporal de la estación Zócalo de la Línea 2 del Metro, lo que deja a quienes acuden al primer cuadro de la ciudad sólo con las opciones de Allende y Pino Suárez para continuar su trayecto.

Plantón y tropieza ciudad

Los paseos y recorridos por el Zócalo se convirtieron en una pista de obstáculos, ya que mujeres embarazadas, infantes y personas de la tercera edad deben sortear lazos que se enredan en los pies o agacharse y adoptar posiciones incómodas para esquivar las lonas y atravesar el campamento.

A 12 días de que la CNTE llegó al Zócalo, ni la lluvia o el granizo han logrado mermar los ánimos de los inconformes, cuya protesta ha transformado el plantón en un nuevo espacio de proliferación del comercio informal, ya que vendedores ambulantes aprovecharon la situación para ofertar juguetes, calzado, comida, entre otros artículos.

En tanto, el hartazgo aumenta por parte de la ciudadanía, que en su paso exclama frases como “pónganse a trabajar”, “bola de huevones”, “ya que los quiten”, al tiempo de subrayar el mal olor que con el paso de los días se intensifica.

Información: 24 Horas