Un investigador emérito —jubilado pero que posee algunas de sus funciones—del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajó en el estudio de inmunoglobulinas humanas capaces de neutralizar toxinas del veneno de alacrán; un nuevo tipo de antiveneno arribará al mercado mexicano.
Lourival Possani, elemento de la máxima Casa de Estudios del país, abundó en que su aportación ya fue patentada y que este descubrimiento suplantará a los antivenenos de caballo: la picadura de alacrán es considerada un problema de salud pública en México, ya que mata a, al menos, 300 mil personas cada año, según datos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Se trata de un paliativo para la persona que haya sido picada y afectada por el artrópodo; originalmente, su objetivo era hallar una vacuna junto con sus colaboradores, pero el proyecto nunca llegó a buen puerto.
Possani trabaja para la contribución científica al estudio de la estructura y función de los péptidos y proteínas del veneno de los alacranes; labora en la UNAM desde 1974, posee 86 patentes de invención, 47 ya fueron aprobadas; ha cedido sus derechos a diversas compañías farmacéuticas mexicanas.
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