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Un año más, recordando a “El hijo del Pueblo”

Lizbeth Barbosa 2017-01-18 - 21:12:35

Un día como hoy, pero de 1926, nació José Alfredo Jiménez, mejor conocido como “El hijo del pueblo”, “El as de la música ranchera” o “El patrono de las cantinas”, éste último un sobrenombre  que, a juicio de muchos,  se le adjudicó con justificada razón.

Mexicano, cantante y compositor inolvidable por su creatividad, además de ser uno de los grandes iconos de la música ranchera en México, José Alfredo Jiménez fue envidiado y querido, así como perseguido, por un gran número de famosos de la época que morían por tener la oportunidad de poder interpretar algunas de sus canciones.

Nacido en Dolores Hidalgo, Guanajuato, desde que era niño y al llegar a la capital, este querido ranchero logró mostrar su talento como compositor. Su primera canción la compuso a los 14 años y aunque, como todo artista, tal vez sus primeras canciones no le dieron el éxito inmediato, con el tiempo fue el encargado de hacernos llorar, gritar, recordar, amar, odiar y, sobre todo, cantarle a todos esos sentimientos encontrados, abrazar nuestras derrotas y aprender a superar los malos ratos de la vida.

En sus inicios, José Alfredo cantaba para el grupo “Los rebeldes”, y fue ahí donde conoció a Andrés Huesca, arpista y cantante mexicano, quien fue el encargado de lanzar a la fama al guanajuatense con “Yo”, una de las obras que lo inmortalizaron.

A lo largo de su carrera, dentro de las canciones más conocidas de José Alfredo se encuentra una que dice -más o menos- así: Yo sé bien que estoy afuera, pero el día en que yo me muera, ¡sé que tendrás que llorar!”

(Lloraaaaar y lloraaaaar…)¿Te suena?

¡Se trata de “El Rey”! Esa canción que probablemente todos hemos cantado alguna vez, la que no falta en una buena borrachera cuando terminamos con nuestra pareja o porque, simplemente, sentimos que todo nos sale mal, pero nos hacemos los luchones.

¿O qué tal cuando se trata de serenatas?: Y ahí, juntitos los dos, cerquita de Dios, será lo que soñamos. ¡Claro, estamos hablando de “Si nos dejan”!

Además de estas canciones, también recordamos “Caminos de Guanajuato”, “Que te vaya bonito”, “El último trago”, “Serenata Huasteca”, entre otras magníficas obras que, incluso, con sus interpretaciones, dieron fama y reconocimiento a otros artistas como Pedro Infante, Lola Beltrán, Lucha Villa, Miguel Aceves Mejía y Chavela Vargas.

El alcohol fue uno de los protagonistas en sus canciones y sería éste mismo el que terminaría por llevarlo a la tumba un 23 de noviembre de 1973.

Aún después de su muerte, José Alfredo Jiménez fue homenajeado por grandes cantautores e íconos de la música nacional e internacional como Enrique Bunbury, Los tigres del norte, Lolita Cortés, Dolores Jiménez, entre otros.

Como su entrañable hijo, José Alfredo Jiménez siempre será recordado por todo ese pueblo que llegó a estremecerse con cada una de sus canciones. ¡Salud!