El junior que sueña con la Presidencia de la República

El “junior” Manuel Velasco Coello, gobernador de Chiapas, pretende reeditar la versión de Enrique Peña Nieto cuando buscó la Presidencia de la República, con un derroche de recursos públicos, que tan solo en 2013 gastó la friolera cantidad de 110 millones de pesos para promover su imagen, siendo que esa entidad es de las más pobres del país.

En sus remotas aspiraciones a ser candidato a la Presidencia en 2018, Velasco tiene un “buen padrino” que se ha convertido en su mejor promotor dentro y fuera de la Cámara de Diputados: Javier Herrera Borunda, hijo del cuestionado ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera y Rosa Borunda, —principal impulsor para que Javier Duarte fuera gobernador de Veracruz—.

“El Güero” se convirtió en el primer militante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en ganar una gubernatura en su historia, tuvo que pagar favores políticos a quienes lo apoyaron en su candidatura en Chiapas, por lo que Herrera Borunda llegó a Palacio de Gobierno sin un cargo oficial.

En su vertiginosa carrera política bajo la sombra del ex mandatario chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía (preso por delitos de peculado y asociación delictuosa en 2011), Velasco siguió los pasos del presidente Peña en el mundo de la farándula al relacionarse sentimentalmente con la ex integrante del desaparecido grupo RBD, Anahí Giovanna Puente Portilla.

Esto trajo consigo una serie de sobrenombres al mandatario estatal como el “príncipe Disney”, “el otro playboy de la política mexicana”, “Gobernador de telenovela”, “Gobernador light”, “nieto ingrato”, “góber de las estrellas”, “el “Güero” de los escándalos” o “el Peña chiapaneco”.

Desde que inició su relación con la actriz y cantante Anahí, comenzó a dar sus mejores notas periodísticas en las revistas faranduleras como TVyNovelas, TVNotas, ¡Hola! y Quién.

Aunado al despilfarro de recursos para posicionar su imagen en el centro del país, principalmente, en el primer año de su administración, de acuerdo con la queja que presentó el Partido Acción Nacional (PAN) ante el Instituto Federal Electoral (IFE), gastó 110 millones de pesos en publicidad relacionada con su Primer Informe de Labores.

Nada cambió en Chiapas; todo sigue igual o peor con Velasco

Su slogan “cambio” en Chiapas fue simplemente eso, una palabra mediática para ganar adeptos en la entidad, ya que la situación de atraso, conflictos internos y discriminación a los pueblos indígenas siguen sin resolverse con el “junior” Manuel Velasco.

Basta recordar que al tomar protesta como gobernador constitucional de Chiapas presentó un plan de austeridad en el que redujo su salario en 50 por ciento; sin embargo, medios locales han hecho hincapié en su inexperiencia y en la poca atención prestada a los problemas sociales que aquejan su estado.

Sobre todo en lo referente al manejo de la gran deuda pública heredada por la anterior administración de Juan Sabines Guerrero superior a los 42 mil millones de pesos. Es decir, la apatía y el desinterés rodean al jovencito Velasco Coello.

Eso sí, apostó por publicitar su imagen en la prensa nacional y la televisión destacando supuestos logros en la entidad. Utilizó anuncios en camiones, parada de autobuses y espectaculares de la Ciudad y Estado de México, Puebla, Tlaxcala y otras entidades del centro del país.

Los anuncios iban acompañados de algunas frases: "Chiapas entre los tres mejores estados para hacer negocios, según el Banco Mundial", "Chiapas a la vanguardia en la prevención de riesgos de desastres naturales" y "Chiapas fortalece su oferta turística con más infraestructura y servicios".

Los escándalos del joven aspirante

A lo largo de su administración en el estado sureño, el “gobernador de telenovelas” ha protagonizado algunos escándalos como ocurrió el 9 de diciembre de 2014 cuando presentó su segundo informe de gobierno en el municipio de Huixtla, el cual fue evidenciado a través de las redes sociales.

Ese día al término del mismo dio una bofetada a su colaborador Luis Humberto Morales Paniagua cuando se despedía de los asistentes al informe, lo que de entrada representó una violación a la Ley Federal del Trabajo (LFT), que exige a los empleadores abstenerse del maltrato de palabra o de obra hacia sus trabajadores.

Después de que “balconearon” el agravio a través de un video tomado con un celular, días después Velasco se vio obligado a ofrecer una disculpa pública a su subordinado en un acto montado para la ocasión. Ahí se refirió a Morales Paniagua como “un amigo” al que le permitiría devolverle la cachetada, lo cual sucedió de forma tibia por parte del ofendido.

Se desvanece en Teopisca

El 12 de febrero de 2013, a pesar de sus 33 años de edad, “El Güero” se desvaneció en pleno evento público en el poblado de Teopisca, en los Altos de Chiapas, cuando tomó el micrófono para poner en marcha el programa de alfabetización “El buen juez por su casa empieza”.

No pudo terminar su mensaje porque sus piernas no le respondieron y la palidez asomó en su rostro. Para fortuna, sus escoltas reaccionaron de inmediato y evitaron que cayera al suelo al sostenerlo. En vilo, el gobernador fue subido a una camioneta que se dirigió al punto donde estaba el helicóptero oficial, el cual lo trasladó a un hospital donde fue atendido.

Otro incidente donde se vio involucrado “el Peña chiapaneco” se presentó el pasado 15 de septiembre de 2016 durante la ceremonia del “Grito de Independencia” en Palacio de Gobierno, luego de que se difundió un video donde un soldado le “arrebata” la bandera, antes de que terminara de entregársela, ante el nerviosismo y confusión del mandatario.

El año pasado no trajo todas consigo el gobernador de Chiapas, quien cayó de un caballo durante la clausura del Congreso Nacional Charro, efectuada en Tuxtla Gutiérrez, el 6 de noviembre. Perdió el control del equino cuando llegó al final del ruedo, al jalar las riendas e intentar frenar la carrera del animal.

Empolvado y adolorido por el golpe, Manuel Velasco trastabillándose logró ponerse de pie, levantó su sombrero y saludó a la multitud presente en el lienzo charro, que en su mayoría se rió del incidente.