El servicio de transporte urbano y suburbano en Apizaco, desde hace más de veinte años, se encuentra fuera de control porque las calles han sido tomadas como “base” donde permanecen estacionadas las unidades, generando entorpecimiento y caos vial a cualquier hora del día.
En las calles de Apizaco se estacionan las unidades de entre 14 y 15 líneas de transporte público convergen en las calles y sin orden toman las calles para imponer sus “bases”, sin importar afectar a terceros como propietarios de inmuebles.
El problema se agudiza porque en las amplias calles se ha tolerado que se instalen 38 bases de taxis, quienes también se han apoderado de las calles.
En todos los casos de las bases de combies y taxis, los vecinos reniegan porque los choferes ofenden a las mujeres, son violentos, defecan y se orinan dónde pueden, generan basura.
Hacen escándalo con su música a todo volumen, impiden el acceso a las casas, se estacionan tapando las entradas y son groseros y prepotentes con quienes por necesidad invaden “sus” calles.
Un referente es el ex cronista de Apizaco y comerciante establecido, Mario Alberto Bojalil Bojalil, quien recuerda que en términos generales el transporte siempre ha sido vital para su desarrollo.
Entrevistado en torno a esta problemática, el apizaquense asegura que debemos remontarnos a esas pequeñas terminales, cuando realmente el ferrocarril estaba en su auge.
En ese entonces, en el siglo pasado, muy poca gente ocupaba realmente el medio de transporte terrestre, todo era a lomo de mula y en tren, hasta la creación de la primera línea de transporte público e pasajeros.
Esta fue a empresa Autotransportes Tlaxcala Apizaco Huamantla, (ATH), eso hay que reconocerlo, dicha empresa emergió de mentes visionarias y emprendedoras de Atlihuetzía, Tlaxcala.
Cuyos fundadores integran una cooperativa, ahí se integra la primera línea de transporte en Apizaco, que daba servicio a las poblaciones en donde nuestro Ferrocarril Mexicano no pasaba.
Es por eso que realmente ayudó en forma grande, al desarrollo de nuestra ciudad y al pasar de los años, lógicamente por el progreso, nunca los apizaquences nos imaginábamos realmente lo que se nos venía en el futuro inmediato.
“Crecimiento desordenado, estúpido, se puede llamar; anacrónico y anti cultural, que es el ente en el que se ha convertido el auto transporte aquí en nuestra ciudad”, reprocha.
Todo empieza en tiempos de los gobiernos de Beatriz Paredes y Tulio Hernández, cuando se liberan indiscriminadamente una serie de permisos para brindar el servicio del auto transporte en todas sus modalidades, ese fue el detonador del actual problema que padecemos.
Lógicamente empieza un desorden vial en nuestra ciudad, hoy en día, es muy triste /ver a una ciudad que fue trazada por los ingenieros ingleses Ferguson y Bordeos en 1867, era una ciudad de traza perfecta, de amplias calles.
Es una pena que ahora esas calles amplias, hermosas, se hayan convertido en rehenes de todo tipo de transporte que en forma desordenada lastiman, ensucian y diariamente ofenden a nuestra ciudad de Apizaco.
Cuántos años han pasado y que no haya habido una autoridad, para realmente re-ordenar el transporte público, las calles anchas de nuestra ciudad, se han convertido en calles pequeñas por el deseo tan grande del transporte público desordenado.
Todos sabemos que realmente se benefician y corrompen, pero también son el vehículo para nuestra gente de los pueblos aledaños que vienen a comprar, otros vienen a Apizaco a hacer sus negocios.
Pero eso no justifica que realmente la incapacidad amplia de los gobiernos, por intereses económicos no haya puesto realmente en jaque a una situación virtualmente anómala.
“Yo siento que si los transportistas se sientan realmente a platicar, e invierten en una buena Central Camionera, yo creo que eso va a provocar que Apizaco vuelva a tener la tranquilidad”.
Es la hora que miles, de verdad, habitantes de esta ciudad hemos sido afectados por esta situación, vecinos que ya realmente no pueden ni sacar sus carros, que los mismos operadores del transporte realicen sus necesidades fisiológicas en las puertas de las casas, de los negocios, al amparo de la obscuridad.
Le faltan el respeto a las damas, insultan a las familias, sinceramente yo siento, al igual que los habitantes de Apizaco, que mientras no se pongan las autoridades realmente con valor, con cariño y con respeto a nuestra ciudad, a dialogar.
Y obligar de alguna manera a que realmente los transportistas lleven sus bases a sus pueblos, allá donde les otorgaron sus permisos y que realmente solo permanezcan en las calles para subir y bajar pasaje, con tiempo medido.
Esa sería una solución, que no requiere de gritos, sombrerazos, de toma de edificios, de sitiar la ciudad, es con entendimiento de que ya no caben ni los ciudadanos, ni el transporte, porque todo se ha concentrado de una mala manera, sin orden.
Por eso mientras nos veamos con miedo de enfrentar este problema, tan grande en Apizaco, vamos a terminar en un gran estacionamiento público, en una ciudad que hasta los años 50¨, era una de las ciudades mejor trazadas de todo Latinoamérica.
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