Estados de México, en la mira de inmigrantes de Centro América

El Estado de México es una de las entidades donde más indocumentados se dirigen a la Unión Americana, asimismo ocupa uno de los primeros lugares en cuanto a deportaciones; de acuerdo con las últimas estimaciones en EU radican un millón 600 mil mexiquenses, de los cuales 600 mil son documentados, ya sea porque cuentan con la mica verde o porque acceden al programa trabajador huésped.

Las ciudades con mayor número de migrantes del Edomex: California, Illinois, Arizona, Texas, Pennsylvania, Oregón, Nueva York, Los Ángeles, Florida, Washington, San Diego, Watsonville y San José de California, entre otras.

Cifras oficiales muestran que 5.8 millones de mexicanos se encuentran entre los 11.8 millones de migrantes sin papeles que viven en el país vecino, pues el resto son de Centroamérica y Asia.

Al día emigran aproximadamente 100 mexiquenses sin documentos, al ocupar el cuarto lugar a nivel nacional.

De acuerdo con investigaciones de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), más de un millón 200 mil habitantes del Edomex viven en territorio estadounidense.

El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), indicó que el tránsito migratorio mexicano disminuyó desde 2008, tras ser de 1990 a 2007 cuando llegó a su nivel máximo.

Factores como una menor demanda de la mano de obra, medidas de repatriación, control fronterizo y sentimiento antiinmigrante en estados como Arizona, han minimizado la decisión de mexicanos de ir a Estados Unidos, aunque la economía de ciudades como Los Ángeles, Chicago y Houston, donde hay más connacionales, registra un crecimiento por encima del promedio nacional.

Centroamericanos con destino incierto

“El Tren de La Muerte” o “La Bestia” atraviesa diferentes caminos donde los migrantes guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, nicaragüenses y caribeños buscan una vida distinta, pero incierta. 

La ruta Tapachula-Nogales-Tijuana es la más prolongada, ya que recorre Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Baja California.

Hasta hace una década los migrantes centroamericanos llegaban en tren a Tultitlán y ahí mismo abordaban otro que los llevaría hasta el norte del país. Con la llegada del Tren Suburbano las vías fueron cercadas con mallas y ahora tienen que desplazarse hasta Huehuetoca para abordar vagones.

A mediados de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto dio inició al programa Frontera Sur, el cual no ha reducido el número de migrantes, ya que estos llegan a municipios del nororiente de la entidad en el corredor que va de Naucalpan a Huehuetoca, de igual manera se les ha visto en Toluca y Metepec, informó el visitador general de Supervisión Penitenciaria de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Ricardo Vilchis Orozco.

Victimización de migrantes

Algunas organizaciones han registrado, detenciones, deportaciones y violaciones a los derechos de los centroamericanos. En 2016, el número de víctimas fatales aumentó y conforme al Missing Migrants Project, en el complejo regional que comprende México y Centroamérica, el total de muertes y desapariciones fue de 570.

Los actos delictivos más frecuentes a los que son sometidos son: robo 66.48 por ciento, extorsión 25.68 por ciento, lesiones 2.5 por ciento, secuestro 1.3 por ciento, abuso de autoridad 0.81 por ciento, pero también acontecen casos de acoso sexual, amenazas, homicidio, intimidación, soborno, tráfico de personas, violación sexual.

El pasado 17 de enero, la Codhem firmó convenios con los ayuntamientos de Tlalnepantla, Tultitlán y Huehuetoca para brindar apoyo a migrantes y respetar sus derechos.

Pese a ello, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que entre 400 mil y 500 mil indocumentados transitan, a través de México cada año, al ser 90 por ciento centroamericanos.

“Ante dicha situación, las amenazas de deportación masiva de migrantes en el gobierno de Trump hará que más jóvenes centroamericanos en tránsito por México decidan renunciar a ir a Estados Unidos y quedarse en el país”, advirtió la activista Andrea González, coordinadora del albergue Adolescentes en el Camino.

Puntualizó que el gobierno y las organizaciones civiles deben prepararse para dar apoyo a una creciente ola de centroamericanos que llegarán a México para quedarse.