Despilfarro y pésima imagen, el rosto partidista de Morelos

La población en general mantiene su rechazo a los candidatos, a los políticos y a sus partidos porque consideran que todos están inmiscuidos en actos de corrupción y coludidos con la delincuencia organizada.

La mala imagen de los organismos políticos en Morelos tiene como sustento incumplir las principales demandas sociales, como seguridad, obra pública y mejorar la economía de los trabajadores.

Los sufragios que se obtienen en la entidad son pocos en comparación con la Ciudad de México, el Estado de México o Jalisco que en un volumen general no se perciben.

Morelos cuenta con 11 partidos con registro que utilizan los recursos públicos como su financiamiento.

De acuerdo con el Congreso local, en 2017 el Instituto de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) destinará 84 millones 861 mil pesos a los partidos políticos de dicho estado.

El organismo que más recursos recibirá será el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con 10 millones 541 mil 864 pesos, seguido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con 9 millones 549 mil 823 pesos y el Partido Acción Nacional (PAN) con 6 millones 956 mil 793 pesos.

Parte de dichos recursos son destinados a actividades cotidianas, gastos de campañas, asimismo para el salario de las personas que laboran con cada partido.

Tratan de convencer al electorado

El de la Revolución Democrática es quien gobierna el estado desde 2012 y por supuesto aspira a mantener el control de las instituciones.

Varias figuras aparecen en el escenario solaztequista, pero una de las que más destaca es el hijastro del mandatario Graco Ramírez.

Rodrigo Gayosso ha dicho que quiere competir por la gubernatura, por tanto teje alianzas políticas con ese fin. El joven dirigente perredista ha cometido serios errores y se ha convertido en un personaje fuertemente criticado por tantas personas con quienes se ha enemistado.

Gayosso apuesta a la fuerza del dinero y del estado para imponerse como candidato y luego, para ganar en las urnas, pero olvida que los sentimientos ciudadanos en Morelos han anulado varias veces este tipo de estrategias.

Panistas desgastados

Los de Acción Nacional todavía no se recuperan de las derrotas de 2012 y se quedaron sin cuadros competentes, siguen desgastados y solo muestran signos de vida en la capital. La figura más grande que traen para jugar por la grande es la del diputado federal, Javier Bolaños Aguilar.

En un par de meses Bolaños dejará la presidencia del Congreso de la Unión. El reto de Javier es socializar su propuesta y hacerse electoralmente más rentable.

Priistas sin rumbo

En tanto, el PRI está desdibujado y sin rumbo, carece de agenda social y no tiene una propuesta política o social que se vea capaz de ganar una elección.

En las encuestas los mejores posicionados del tricolor son Marisela Velázquez y Matías Nazario.

El dilema del Revolucionario Institucional en el siguiente proceso es definir con quién ir a campaña, quién es capaz de unir a todos los grupos, quién está en condiciones de convencer al electorado y quién puede obtener los apoyos económicos necesarios para dar la batalla en las calles.

En dicho escenario los del tricolor mencionan a Matías Nazario, le conceden más posibilidades por sus amarres nacionales, su cercanía con varios gobernadores y el padrinazgo del líder nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pero esos mismos opinan que Matías puede ser aspirante, pero es incapaz de ganar la elección: no tiene imagen, no tiene arraigo ni tampoco podrá hacer que el PRI se una.

Morenistas arrazan

Movimiento Regeneración Nacional (Morena) parece el enemigo a vencer en el próximo proceso electoral. El movimiento de AMLO llama la atención, genera simpatías y perecería ser el camino más atractivo para la sociedad. Morena está atrayendo muchos liderazgos sociales y políticos y sobre todo, goza de la influencia positiva de Andrés Manuel.

El posible candidato podría ser el senador Rabín Salazar, aunque algunos opinan que esa candidatura también la podría ocupar el rector Alejandro Vera.

Rabín Salazar es gente cercana a López Obrador, fue de los primeros personajes que se sumaron a Morena y tiene el control del partido en la entidad, a través de su hermano Radamés.

Aunque en charlas privadas el senador ha dicho que la candidatura al gobierno estatal será para quien este mejor posicionado, no se ve dispuesto a soltar dicho espacio. Morena puede ganar el Gobierno de Morelos en 2018, pero requiere de mucho más de lo que han hecho hasta ahora.

Los independientes no se quedán atrás

Los aspirantes independientes también jugarán un rol importante, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera, también se perfila como un candidato. Asimismo tiene buena fama pública y a pesar del desgaste que le provocó el enfrentamiento con el gobernador continúa como una figura mucho más rentable que la mayoría de los aspirantes de los partidos.

De igual manera, el exalcalde capitalino, Manuel Martínez Garrigós, se ha destapado como candidato al gobierno del estado, quien tras seis años después de su declive como figura pública y luego de haber ganado de manera jurídica todos los procesos que le iniciaron, el joven expriista utiliza una fundación como plataforma de lanzamiento social.

La carrera rumbo a 2018 en Morelos ha comenzado y todavía se van a ver muchas cosas que influirán en el ánimo del electorado. El triunfo en las urnas depende en buena medida del rumbo que siga el gobierno de Graco Ramírez (PRD) y el cierre de la administración de Peña Nieto (PRI), pero sobre todo del perfil e imagen de quienes compitan en las próximas elecciones.