Disminuye 24% tráfico ilegal de loros, pericos y guacamayas en últimos 10 años

La veda impuesta para el aprovechamiento extractivo de pericos, loros y guacamayas decretado en 2008 por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), disminuyó en 24 por ciento el tráfico ilegal de estas especies.

Así lo informó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), tras destacar que las acciones gubernamentales permitieron la recuperación y reinserción de especies como la Guacamaya Roja, virtualmente desaparecidas hace 70 años.

De acuerdo con un reporte elaborado por las organizaciones Teyeliz y Defenders of Wildlife, dicha medida ha permitido también que se implementen otros proyectos de conservación como el monitoreo de nidos en la costa del estado de Jalisco, lográndose detener el saqueo ilegal y destrucción de nidos por 4 años consecutivos.

En los últimos años se incrementó en casi 25 por ciento el número de inspecciones y operativos que permitieron el aseguramiento de dichas especies listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 en alguna categoría de riesgo.

Los pericos, loros y guacamayas están considerados además por ambientalistas en nuestro país como “íconos de la cultura mexicana”, por lo que autoridades gubernamentales como la PROFEPA desarrollan diversas acciones contra el tráfico ilegal, que incluye su comercio y posesión de estas especies.

Las organizaciones ambientalistas destacaron que hace apenas 70 años, las guacamayas habían literalmente desaparecido en algunos estados del sureste mexicano. Mientras que hoy, con el apoyo de la UNAM y la iniciativa privada, se logró la reproducción de ejemplares en cautiverio.

Cabe destacar que en México quedó impedida también su exportación e importación, por lo que quienes infrinjan la ley serán acreedores a prisión y a multas que van de los 50 a las 50 mil Unidades de Medida y Actualización (UMA).

En México se distribuyen de forma natural 22 especies de pericos, excluyéndose sólo una a condiciones de riesgo de extinción, por lo que es necesario evitar toda forma de extracción de sus sitios de origen, ya que esta clase de fenómenos es causa además de un alto índice de mortandad de aves.

Desde 2008 la ley permite al gobierno que se críen psitácidos en cautiverio sólo con fines de conservación. Asimismo, gracias a la veda, por primera vez en el país ejemplares en peligro de extinción, provenientes de criaderos, fueron utilizados con éxito para proyectos de reintroducción.

Un caso sucedió en la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas, en Veracruz, donde esa especie esta formalmente desaparecida desde hace 50 años, y en fecha reciente fueron puestas en libertad más de 100 Guacamayas, además de que están por liberarse otro tanto.

Es de resaltar que ambos proyectos han duplicado el número de poblaciones silvestres de Guacamaya Roja en México y aumentado su población en más del 30%, además permitieron disminuir el tráfico ilegal y salvado a miles de ejemplares.