Con mil pesos, Carlos Villuendas se daba vida de rey; eran amigos los 4 muertos

Carlos Salomón Villuendas, conductor del vehículo BMW que chocó en Paseo de la Reforma, con un sueldo de mil pesos al mes que obtenía como paletero, mantenía un vehículo BMW, pagó las colegiaturas de la Universidad Iberoamericana donde estudió -según su perfil de Facebook-, y visitaba centros de esparcimiento de nivel alto en la zona de Polanco.

Con una serie de contradicciones y versiones poco coherentes, Villuendas Adame pretende evitar el pago por concepto de reparación del daño a los familiares de las cuatro personas que murieron en el trágico accidente suscitado el viernes por la madrugada a la altura de la Estela de Luz, que le pudiera imponer el juez de control que lleve su proceso.

Asimismo quedó al descubierto que sí conocía a Karla Saldaña Sánchez, Ivonne Reyes Millán, Luis Fernando García Heredia y Carlos Martínez, lo que echa por tierra la versión que dio en primera instancia al ser detenido en el lugar de los hechos, de que solamente les había dado un “aventón”.

Por su parte, el abogado de Villuendas, Eduardo Gómez, afirmó en entrevista que su cliente continúa en shock postraumático y dice que sus acompañantes están vivos, lo que, explicó, le impediría estar consciente en la audiencia judicial de vinculación a proceso, que se llevará a cabo este viernes después del mediodía.

El litigante destacó que Carlos Salomón no ha superado el trauma que le ocasionó el accidente automovilístico.

“De acuerdo a su comportamiento tenían temor los médicos que en el primer momento en que él volviera en sí, pudiera tratar de suicidarse, porque él está en la idea y así lo manifiesta, está en la idea de que sus compañeros no están muertos, que están lesionados; él no entiende todavía aunque ya se le ha tratado de explicar pero no entiende todavía porque está adentro”, añadió.

“De hecho en este momento vamos entrando al juzgado para solicitar que se pida el expediente clínico del imputado al Reclusorio Norte; todavía ayer en la mañana que lo vi, aún continua en shock, los médicos especialistas en eso dicen que se encuentra en una ausencia postraumática, tiene como una especie de lagunas que sucedieron a partir del accidente que tuvo”, apuntó Eduardo Gómez.

Indicó que uno de los puntos fundamentales que podrían reclasificar el delito y quitarle la agravante para que lleve el proceso en libertad, es el hecho de que jurídica y científicamente, el Ministerio Público no demostró que Carlos Villuendas se encontrara intoxicado, puesto que no se le aplicó el examen toxicológico, debido a que su abogado de oficio manifestó en ese instante al perito químico que su representado no se encontraba consciente.

“Si se le pregunta a la persona si es su deseo que se le extraigan los fluidos corporales (sangre y orina) y si esta dice que no, inmediatamente el Ministerio Público acude ante el juez de control y le pide autorización para que se le extraigan esos fluidos corporales, el juez de control da la autorización y entonces no es de que quiera o no quiera la persona”, explicó.

Tal situación, dijo el abogado, no sucedió y en consecuencia la Procuraduría pasó por alto ese requerimiento, por lo que ahora ya no está en condiciones de hacerlo y menos aún de demostrar que Villuendas manejaba en estado de embriaguez o drogado.

Dejó en claro que de dictarse la vinculación a proceso a su cliente, impugnará la determinación del Juez de Control, como ya lo hizo con la medida cautelar de prisión preventiva, ya que la autoridad judicial  actuaría más por presión mediática que apagado a derecho.