Se complica la disponibilidad del agua; solo alcanza para el tandeo

Hidalgo pasó de ser un estado con amplia disponibilidad de agua a una entidad donde no solo hay tandeos para llevarla a los hogares, sino que se han registrado riñas y manifestaciones para que esta también pueda llegar hasta las parcelas y producir los alimentos.

Dicha problemática inició en los años 70 cuando la presa Endhó ubicada en la región de Tula, la cual tiene una capacidad de 200 millones de metros cúbicos, empezó a recibir las aguas residuales de la Ciudad de México, con lo cual se perdió un cuerpo de almacenamiento, pero también se contaminó el río Tula.

Dicha zona afectó al menos 13 municipios, donde no solo el líquido que irriga los cultivos resultó contaminado con metales como plomo, zinc, arsénico, entre otros, sino que incluso,  algunos pozos de distribución de agua potable presentaron este problema, sobre todo en el municipio de Tlahuelilpan.

En esa región, señala el dirigente de la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi), Marco Antonio Moreno Gaytán, se mantiene otro grave problema y es el que la zona industrial de Tula-Tepeji y de Tula-Atitalaquia ha trasladado el líquido de los mantos para la producción industrial.

Un ejemplo visible que se tiene son los pozos de la refinería Miguel Hidalgo que traslada el agua del municipio de Tezontepec de Aldama, la repercusión es que en esta temporada de calor no llega a los hogares.

Afectados pagan 300 pesos para llenar sus tinacos

De igual manera en Pachuca, en 2000, el Instituto de Geofísica de la UNAM señaló que el manto acuífero mil 508 se había desplomado, ya que de 2 mil millones de metros cúbicos, actualmente se tienen 45 millones.

Las constantes averías en tomas, trabajos en líneas y fugas ha llevado a que la población de Pachuca sea una de las más afectadas, donde el organismo operador del agua, la Comisión de Agua Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim), es omisa ante la demanda de mejorar, por lo tanto una de las quejas más recurrentes es el costo para obtener dicho líquido a través de pipas particulares.

Habitantes de colonias como El Chacón, Colinas de Plata, Bosques del Peñar, denuncian  que ante la incapacidad de respuesta de la Caasim para enviar pipas de agua, es necesario que los pobladores tengan que adquirirlas con particulares, por lo que tienen que erogar hasta 300 pesos para llenar sus tinacos.

Caos en mantos acuíferos

Asimismo, en la capital hubo descarga de agua residual al río de las avenidas y al arroyo Sosa, que terminaron por contaminar una presa en Tepojaco en Tizayuca, lo cual generó problemas de filtración a mantos acuíferos, al ocasionar una baja disposición.

De igual manera, la disminución se da por el crecimiento desordenado de la ciudad y la deforestación de la zona boscosa. Esta situación se registra en otros municipios como Zacualtipan, y como consecuencia una menor precipitación y recarga de mantos acuíferos.

Los problemas para distribuir el agua llevaron a que el gobierno planteara la posibilidad de que capital privado invirtiera en la construcción de un acueducto que pudiera abastecer a la ciudad, la inconformidad llevó a que el proyecto se encuentre varado por el momento.

Otra de las regiones donde también hay falta de líquido es Zimapan, donde las condiciones geográficas del lugar provocan una fuerte contaminación de arsénico, lo cual hace imposible que sea utilizada para consumo humano.

El problema, dice el activista, es que Hidalgo no tiene políticas públicas en materia de agua, la Cassim en la Zona Metropolitana solo es un ente operador y cobrador, al igual que el resto de los organismos operadores “solo son para eso, pero no hay una política que se aplique para el control y distribución”, acusa Moreno Gaytán.

Asimismo, el diputado de la zona de Ixmiquilpan, Luis Vega Cardón, quien incluso subió un punto de acuerdo a tribuna para que los municipios se responsabilicen de sus descargas residuales debido a que estas van a parar a ríos, arroyos y mantos freáticos.

También consideró imperante que se invierta en plantas de tratamiento, ya que por la contaminación son las comunidades rurales las más afectadas.