La concesión del agua potable, mucho ruido pocos resultados

El déficit de agua potable en la capital se duplicó en el sexenio pasado. En seis años, la entidad pasó de una carencia de 900 a casi 2 mil litros por segundo, pese a que el gobierno estatal concesionó el servicio de distribución hace tres años, de acuerdo con datos recabados entre especialistas, el Soapap y la Conagua.

Cuando ganó la licitación, Agua de Puebla para Todos prometió 10 mil millones de pesos de inversión durante 30 años, que dura su concesión, con el fin de cubrir el abasto de líquido, pero también para atender los servicios de drenaje, alcantarillado, saneamiento y disposición de aguas residuales, sin que hasta el momento haya claridad respecto a qué porcentaje corresponde a cada tarea.

Peor aún: la firma trabaja en el municipio de Puebla, pero también en Cuautlancingo, San Pedro Cholula, San Andrés Cholula y Amozoc, además tiene a su cargo ampliación, acondicionamiento, mantenimiento, operación y administración de la infraestructura hidráulica del Soapap y la prestación del servicio de saneamiento de aguas residuales a Tlaltenango, así como en aquellos otros municipios con los que se celebren convenios de coordinación en el futuro, por lo que la solución del vital líquido en la capital se ve lejana.

Según el director general de esta compañía, Héctor Durán Díaz, ya se ha empezado a aplicar esta inversión para elaborar un estudio geodrológico, levantamiento de catastro de la red de agua y drenaje, además de cambio y reparación de 3 mil kilómetros de tubería de las 12 zonas angelopolitanas.

En entrevista previa, el representante de la firma apuntó que el mayor problema de desabasto de dicho elemento está detectado en el sur de la ciudad; sin embargo, aseguró que la empresa trabaja para mejorar este servicio.

Obras contra desabasto

El año pasado, Agua de Puebla para Todos realizó 47 obras establecidas en tres rubros: disminución de pérdidas físicas, rehabilitación de la infraestructura e incremento en la oferta.

Según información oficial, entre los trabajos estuvieron la reconstrucción del pozo fracturado en el puente Cúmulo de Virgo y Río Atoyac (colector marginal) Chinguiñoso, y sustitución de Red de Agua Potable en la zona Centro, específicamente en la calle 9 Norte-Sur, entre 8 y 18 Poniente y entre 4 y 18 Poniente, como también en las colonias El Carmen, Volcanes, San Sebastián, Santa María, San Manuel, Bugambilias y Rivera de Santiago, entre otras.

Durante el ejercicio anterior, también construyó la caja de operación de válvulas en líneas primarias y secundarias en varias colonias de la ciudad; interconexiones y desincorporaciones en diferentes puntos de la red de agua; sustitución de válvulas en mal estado para la recuperación de caudales en líneas de conducción y rehabilitación interior y exterior a tanques elevados metálicos de almacenamiento de agua potable, además de obras de protección contra inundación de los pozos del líquido potable Moratilla 4 y Almecatla 4; así como equipamiento electromecánico y línea de interconexión del pozo Malintzi II.

Sin embargo, el déficit del vital líquido sigue en aumento, sobre todo porque la población mantiene tasa de crecimiento anual de 2 por ciento, en promedio, no se han reparado las fugas en la red de distribución.

Para Rafael López Zamora, especialista de la BUAP en Gestión del Agua Urbana e Industrialización, el desabasto de líquido también se debe a que el gobierno estatal no ha realizado el proyecto para proporcionar mil litros de agua por segundo de forma extraordinaria, como solicitó Agua de Puebla para todos desde 2014.

En este sentido, destacó la opacidad existente sobre el contrato de concesión firmado en el sexenio pasado entre la empresa y la administración estatal, encabezada por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, pues impide conocer plazos y proyectos para cubrir esta necesidad de líquido

Desde su perspectiva, la cuenca que podría ser explotada para beneficio de la ciudad de Puebla y su zona conurbados, es la ubicada entre Libres y Oriental; incluso consideró que hay menos conflicto que en las de Atlixco y la de Huejotzingo.

¿La mejor opción?

La superficie total de la cuenca Libres-Oriental asciende a casi 5 mil (4 mil 981) kilómetros cuadrados y se localiza, por sus características fisiográficas, en la Provincia Ecológica 57, denominada Lagos y Volcanes del Anáhuac, de acuerdo con información de la Conagua.

Desde hace años, se ha considerado como fuente potencial de suministro de agua no solo para Puebla, sino también para la Ciudad de México, ya que está situada a una altura similar a estas, lo que disminuye los gastos de bombeo.

En esta cuenca, abunda el organismo federal, destacan dos de los estrato-volcanes más altos del país: Citlaltépetl o Pico de Orizaba y La Malinche, además de dos lagunas someras: Tepeyahualco y Totolcingo, producto del afloramiento del acuífero subterráneo y de las precipitaciones pluviales.

Un rasgo característico, es que tiene seis conos de explosión freática, específicamente los lagos-cráter: Alchichica, Quecholac, Atexcac, La Preciosa (Las Minas), Aljojuca y Tecuitlapa, los cuales se alimentan de forma similar a las lagunas, capta los escurrimientos de agua captada por precipitación, no fluyen al mar, ni a otra cuenca, sino que por un lado se acumulan en el manto freático y por el otro se evaporan, según los datos oficiales.

Asimismo, agrega que el sistema hidrológico subterráneo está mejor desarrollado que el superficial, pues la mayor parte de los escurrimientos pluviales se infiltran hacia el subsuelo y forman un manto acuífero extenso, el cual se encuentra a una profundidad de menos de un metro debajo de la superficie de las zonas de menor altura.

De igual manera, indica que los cuerpos acuáticos que se encuentran en la Cuenca Oriental, los más sensibles a la contaminación son los terminales, o sea, aquellos que se encuentran en las partes más bajas de la misma. Más aún, la ausencia de efluentes de los lagos permite que los contaminantes se concentren.

Afortunadamente, al momento parece ser que la contaminación de los recursos hídricos de la cuenca es moderada.

Sin embargo, hace falta realizar una investigación específica para reconocer si existe o no la presencia de contaminantes en los ríos, lagos o agua subterránea de la cuenca. Los residuos sólidos son claramente visibles en los lagos; latas, bolsas, envases y en general, toda una serie de desechos.

Veda, el inconveniente para explotar la Cuenca Oriental

Pese a que esta sería la mejor opción para llevar agua a Puebla, esta cuenca está clasificada como área de veda para extracción de líquido subterráneo desde 1954, además de contar desde 1998 con la categoría de Área Hidrológica Prioritaria por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), recuerda con el estudio de la Academia Mexicana de Ciencias, elaborado por Dante Morán, Óscar Escolero y Javier Alcocer.

Por tal razón, la cuenca mantiene la misma tendencia de desecación que siguen los recursos acuáticos epicontinentales mexicanos, debido a la deforestación, según los investigadores: el sobrepastoreo, la sobreexplotación de los acuíferos y la salinización de los suelos derivada de malas prácticas de riego, lo que ha provocado procesos de erosión severa y desertización generalizada.

De esta forma, las actividades humanas pueden provocar las siguientes consecuencias negativas: clima local más caliente y seco, escasez de agua, tormentas de polvo, salinización, todas ellas que derivan en la disminución de la sustentabilidad de la cuenca, al incluir actividades productivas —forestería, agricultura, ganadería—, por lo que los recursos hídricos superficiales y subterráneos de la cuenca se encuentran amenazados seriamente, advirtieron.