El escritor inglés Henry Rider Haggard, escritor de novelas de aventuras, iniciador del subgénero “mundo perdido” y reconocido por su famosa novela “Las minas del rey Salomón”, será recordado a 92 años de su muerte, ocurrida el 14 de mayo de 1925.
Henry Rider Haggard nació el 22 de junio de 1856 en Norfolk, Inglaterra; su madre era amante de la literatura y la poesía; su padre un poderoso terrateniente.
Cuentan que en 1875, recomendado por su padre, se convirtió en secretario del gobernador de Natal, colonia británica de la actual Sudáfrica.
Según el sitio “literatura.itematika.com”, tenía 19 años cuando comienza su carrera en Sudáfrica, donde también fue presidente del Tribunal Supremo de Transvaal.
Se sabe que realizó un doctorado en Jurisprudencia en Londres y que llegó a ser un alto funcionario del gobierno tras vivir algunos años en Indonesia y África.
Hacia 1881, de vuelta a Inglaterra, se dedicó a la agricultura en su finca de su ciudad natal, y comenzó a escribir novelas como “Las minas del rey Salomón” (1885), en la que narra las aventuras de un explorador inglés y sus vicisitudes entre tribus.
Haggard tenía cierta experiencia de los escenarios narrados en sus novelas, debido al trabajo previo que desempeñó como funcionario del gobierno colonial británico, según lo confía en su autobiografía “The Days of my Life” (1926).
Sus trabajos se publicaron en colecciones del género fantasía, que a finales del periodo victoriano representaron un renacimiento del romanticismo.
Conocedores de su vida y obra destacan que Haggard creía en la misión cultural civilizadora del Imperio Británico, de ahí que creó a sus propios héroes y heroínas según un modelo coherente, que reunió belleza y fuerza física junto a la nobleza y valor, cualidades que se asemejan al prototipo ideal de la femineidad.
La ambientación exótica, con sus correspondientes descripciones de culturas misteriosas y fabulosas, la presencia de lo sobrenatural y un ágil ritmo narrativo, le aportaron como escritor un éxito de público que aún perdura.
Además de “Las minas del rey Salomón” (1885), escribió “Las aventuras de Allan Quatermain” (1887), “La venganza de Maiwa” (1887), “Ella (1887)”, “La esposa de Allan” (1889), “Cleopatra” (1889) y “Eric Ojos Brillantes” (1891), entre otras.
Haggard, quien también fue consejero de Agricultura del gobierno Británico, tuvo una época de mucho éxito en todo el mundo antes de fallecer el 14 de mayo de 1925, en Londres, Inglaterra.
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