La salud del párroco Miguel Machorro Alcalá ha empeorado en las últimas horas al presentar un descenso en la frecuencia cardiaca, luego de que el lunes pasado fue apuñalado al término de una misa en la Catedral Metropolitana, confirmó la Arquidiócesis Primada de México.
En un comunicado, precisó que el sacerdote de 55 años de edad será sometido a una resonancia magnética para determinar el procedimiento a seguir debido a la “bradicardia importante” que presenta en su estado de salud.
De acuerdo con el parte médico del día de ayer, Machorro Alcalá presentaba una mejoría a tal grado que se esperaba que este jueves fuera dado de alta del hospital donde se encuentra.
Sin embargo, al recobrar el estado consciente se hizo aparente una parálisis de todo el lado derecho del cuerpo, como consecuencia de un daño en el hemisferio cerebral izquierdo (infarto cerebral), debido a la falta de irrigación por la hemorragia severa que sufrió.
También ha presentado como cuadro asociado un sangrado del tubo digestivo con una lesión que ya se identificó de origen congénito, y que de seguir sangrando sería necesaria una embolización de dicha lesión.
La Arquidiócesis Primada de México destacó que los doctores del hospital Mocel donde se encuentra internado el párroco, precisaron que la taquicardia es un signo de alarma porque “es el cerebro el que controla el ritmo cardiaco; si el daño fue amplio, cuesta la vida”.
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