Led Zeppelin en problemas legales por emblemática canción

Este martes en los juzgados de Los Ángeles, dos de los integrantes del grupo inglés Led Zeppeling, Robert Plant y Jimmy, se presentaron en la corte para enfrentarse a la primera jornada de un juicio por plagio de una de las canciones más famosas de todos los tiempos, Stairway to Heaven, un emblema para la  discografía de Led Zeppelin. 

La demanda la ha puesto Michael Skidmore, albacea de las propiedades de Randy California Wolfe, que murió trágicamente en 1997, era el guitarrista de una banda de los sesenta llamada Spirit olvidada por la historia. 

La demanda argumenta que el fraseo de la intro de Stairway to Heaven, ese arpegio con el que se ha cruzado en algún momento cualquiera que haya aprendido a tocar la guitarra, está copiado de un segmento de la canción Taurus, de Spirit, un fraseo que aparece a los 45 segundos de canción y el parecido es evidente.

Los denunciantes aseguran que Page escuchó la canción en repetidas ocasiones y de ahí se originó el plagio. Spirit fue telonero de Led Zeppelin en los comienzos de la banda en 1968 y 1969, en aquellos conciertos era normal que tocaran Taurus, así que Led Zeppelin tuvo oportunidad de oírla varias veces.

Taurus salió al mercado tres años antes que Stairway to heaven, incluido en Led Zeppelin IV.

Los abogados de Led Zepplin, argumentan que el arpegio por el cual existe conflicto, es tan conocido y tan utilizado en composiciones de todo tipo desde el siglo XVI que no puede ser que esté sujeto a derechos de autor, mientras que los demandantes aseguran que esas notas son lo que hace reconocible la canción.

Por cuestión de prescripción, el demandante solo puede reclamar que se cambien los créditos de la canción y los beneficios de los últimos cinco años, desde 2011.

Por otro lado, si resultara beneficiada la parte demandante, de ahora en adelante los herederos de Wolfe se llevarían una parte de los beneficios futuros. 

Stairway to Heaven es un himno de la época dorada del rock, una canción considerada como estandarte que sigue vigente hasta para las nuevas generaciones.

Este es el juicio por plagio de mayor nivel que se vive en Los Ángeles desde que hace dos años un juez condenara a Pharrell Williams y Robin Thicke por plagiar en su éxito Blurred lines una canción de Marvin Gaye llamada Got to give it up.