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Ronda tentación del dedazo, en la elección presidencial

Sergio Ramírez 2017-06-26 - 07:07:35

El 19 de junio pasado un grupo de 89 liderazgos del PRI propusieron al menos 12 modificaciones a los estatutos del PRI para poner fin a dicha práctica del Presidente de la República, mismas que serán presentadas en la XXII Asamblea Nacional a realizarse en agosto próximo. Sin embargo, el fantasma de la imposición ronda en Los Pinos.

La tentación del dedazo para designar sucesor ronda la casa presidencial de cara a los comicios de 2018, a pesar de que desde 1994 el último beneficiado de esa práctica añeja fue Luis Donaldo Colosio Murrieta, elegido por el exmandatario Carlos Salinas de Gortari.

Durante la hegemonía priista en el poder, la cultura del también llamado tapadismo se convirtieron en los rituales semioficiales para seleccionar el próximo mandatario de la República; no obstante, esos métodos originaron desbandadas de militantes como el caso de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y un grupo de notables personajes entre ellos Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, en 1987.

Apenas institucionalizada la Revolución con la Constitución de 1917, Venustiano Carranza intentó nombrar a su candidato en la persona de un desconocido ingeniero Manuel Bonilla, quien fracasó ante el descontento de los que reclamaban su lugar por méritos alcanzados con las armas en el movimiento iniciado en 1910.

Álvaro Obregón, en 1924, impuso sin dificultades a Plutarco Elías Calles. Asesinado Obregón en 1928, Calles decidió la presidencia interina de Emilio Portes Gil, la candidatura de Pascual Ortiz Rubio, el gobierno sustituto de Abelardo Rodríguez y la postulación de Lázaro Cárdenas, que terminó con el llamado maximato en el obligado exilio de Calles en 1935.

Los siguientes dedazos se dieron sin mayores problemas. A Ruiz Cortines lo siguió Adolfo López Mateos, a este Gustavo Díaz Ordaz, a quien siguieron Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, y de rebote Ernesto Zedillo tras el magnicidio de Colosio, en Lomas Taurinas de Tijuana, Baja California.

Acción Nacional vence al Revolucionario Institucional

La continuidad del PRI en el poder se vio interrumpida por las elecciones presidenciales de 2000, cuando el guanajuatense Vicente Fox Quesada, del PAN “lo sacó a patadas de Los Pinos” imponiéndose en los comicios al sinaloense Francisco Labastida Ochoa que quedó en segundo lugar.

El tricolor sin un líder nato desde la jefatura enterró el dedazo, y a partir de entonces la selección de sus candidatos fueron por medio de una votación interna entre la militancia priista del país. 

En 2006, el entonces dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo se aferró a la candidatura presidencial; en una elección interna donde compitió contra el exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel Rojas, este último finalmente declinó a favor del tabasqueño, luego de que fuera exhibido por presuntos actos de corrupción y diversas anomalías durante su gestión.

Madrazo ganó la nominación interna, pero en los comicios presidenciales hizo el peor de los ridículos al perder ante el panista Felipe Calderón Hinojosa y el entonces perredista Andrés Manuel López Obrador, ubicándose en un lejano tercer lugar.

Fue hasta 2012 que el Revolucionario Institucional retomó las riendas con el triunfo del exgobernador de la entidad mexiquense, Enrique Peña Nieto, quien fue aspirante de unidad después de que el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera declinó a su favor.

Rumbo a 2018, Peña está en la disyuntiva de marcar con su dedo a su sucesor, quien sería uno de sus allegados como Luis Videgaray, Aurelio Nuño o José Antonio Meade, o escuchar a las bases para elegir internamente a su candidato.

Priistas buscan eliminar la añeja práctica del dedazo

Frente a ese panorama, el 19 de junio un grupo de 89 liderazgos del PRI propusieron al menos 12 modificaciones a los estatutos del partido para poner fin al “dedo flamígero” del presidente de la República, mismas que serán presentadas en la XXII Asamblea Nacional a realizarse en agosto próximo.

El grupo encabezado por José Ramón Martell, José Encarnación Alfaro, Ivonne Ortega Pacheco y José Adolfo Murat, advirtieron que sin un verdadero cambio democrático interno, que incluya a las bases y lo alejen de los tecnócratas, a fin de encauzarse por la vía progresista e incluyente, el tricolor está destinado a su decadencia.

Al igual que Cuauhtémoc Cárdenas hace 30 años, integrantes del Revolucionario Institucional intentan acabar con el dedazo, el amiguismo, y frenar a grupos de poder que desdibujan al priismo nacional, lo que llevó al partido a sumar en los últimos tres años importantes derrotas electorales -perder la mayoría en la Cámara de Diputados en 2015; 7 gubernaturas en 2016, 1 en Nayarit y a punto de caer en 2 bastiones en 2017-.

En una reunión privada efectuada el viernes 16 de junio, los 89 priistas lamentaron los altos niveles de corrupción de algunos de sus militantes que asumieron labores de gobierno y el alejamiento creciente de sus dirigentes de las bases integrantes, por lo que empujarán propuestas concretas para evitar el resurgimiento del dedazo.

Sin embargo, las críticas en su contra no tardaron en llegar, pues a pesar de que todos son participantes activos desde hace años, el líder nacional de la CNOP, Arturo Zamora calificó al grupo como “políticos de café que buscan destruir al partido”.

También en PAN y Morena hay dedazo

La frase célebre de Andrés Manuel López Obrador “lo que diga mi dedito”, parece que ya tomó rumbo al interior de Morena rumbo a 2018. Sin duda, ese dedazo ya se autoapuntó al tabasqueño, quien sin más contrincantes aparecerá en las boletas del próximo año.

Recientemente, AMLO puso el “dedo” en la maestra Delfina Gómez Álvarez para que fuera la solicitante del partido a la gubernatura del Estado de México, la cual aún está impugnada y será decidida en los tribunales electorales.

Respecto al PAN, dicho término apareció en las páginas de los periódicos tras dar a conocer, por esa vía, los métodos de selección de sus aspirantes para los comicios federales de 2012 y decidió reservar la designación por parte de su Comité Ejecutivo Nacional de 141 de 300 aspirantes a diputados y para senadores en 24 de 32 estados.


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