Enterrados en su casa hallan cadáveres de padre e hija desaparecidos en Tecámac

Una semana después de haber desaparecido, esta madrugada fueron hallados los cadáveres de Roberto Martínez y su hija Emily enterrados en el patio de su domicilio, ubicado en la colonia San Pablo Tecalco, del municipio de Tecámac, Estado de México.

El olor nauseabundo que emanaba del interior de la vivienda alertó a los vecinos de la familia, por lo cual dieron aviso a las autoridades, quienes este sábado localizaron los cuerpos de ambas personas.

Los dos habían sido reportados como desaparecidos por sus familiares desde el pasado domingo 23 de julio, después de una fiesta que se celebró en el domicilio del señor Martínez.

Ante la presión de vecinos que marcharon hasta la sede de la Fiscalía General de Justicia mexiquense y bloquearon la carretera México-Pachuca, decenas de policías y de unidades de Protección Civil comenzaron la búsqueda en sembradíos, basureros y estanques, sin resultado alguno hasta la madrugada de hoy.

El presunto culpable del doble homicidio, identificado como Freddy “N”, ya se encontraba detenido en las instalaciones de la Fiscalía por agresión a un oficial; sin embargo fue interrogado por la desaparición de ambas personas, por lo que será vinculado a proceso por el delito de homicidio.

En la carpeta de investigación quedó asentado que el domingo 23 de julio, tras una fiesta familiar en la casa de Roberto, su hija Emily se quedó a dormir y todos los invitados se fueron. Luego de unas horas, la familia regresó, pero ninguno de los dos estaban en el domicilio y encontraron rastros de sangre en uno de los cuartos.

Dos días después, Freddy, primo político de la menor, aseguró que fue el último que vio con vida al padre de familia y a su hija. Dijo que unos hombres lo habían secuestrado cuando se retiraba de la casa, pero una vez detenido, dio otra versión al hermano de Emily.

“Freddy dijo que Roberto y Emily estaban solos y que él fue quien se brincó la barda para entrar al domicilio, dijo que abrió el zaguán a cuatro personas, vio cómo asesinaron a Roberto y cómo abusaron sexualmente de la niña, según Fredy, tuvo un momento de arrepentimiento, intentó arrancar una camioneta para atropellar a los agresores con ella, pero no pudo encenderla”.