El Ejército Popular de Liberación chino presentó sus nuevos drones militares, en una exhibición del museo de la revolución del pueblo chino en Pekín. Se trata de un dron de vigilancia con gran alcance y la joya de la corona: un dron que explota al colisionar contra su objetivo, al estilo kamikaze.
Es llamado CH–901, tiene un peso de 9 kilos y cuenta con una pequeña pero potente cabeza explosiva. El dron puede recorrer hasta dos kilómetros de distancia para atacar su objetivo, volando a una velocidad de entre 14 y 144 kilómetros por hora.
Una vez que te vio con su cámara de reconocimiento se desplaza a toda velocidad hasta colisionar y explotar sobre su objetivo. Aunque, el dron también puede ser utilizado solo para vigilancia, aunque su principal propósito es el ataque.
Conjuntamente, el ejército también mostró un dron de seis hélices dedicado a la vigilancia. El hexacóptero tiene un alcance de entre 10 y 15 kilómetros, y una altura máxima de más de 900 metros.
Los modelos serán desplegados en el campo de batalla a bordo de camiones todoterreno equipados con plataformas lanzaderas de drones.
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