Boom de justicieros en México

El pasado martes un hombre evitó el asalto a la unidad de transporte público; dos hombres armados se subieron en la Autopista México- Querétaro a la altura de la carretera a Lago de Guadalupe en el Municipio de Izcalli.

Los dos presuntos ladrones fueron heridos y trasladados en una ambulancia al Hospital de Traumatología de Lomas Verdes, donde minutos después murieron. El hombre al igual que otros fue llamado “justiciero”.

Debido al cremento de violencia y crimen, ya son muchos los ciudadanos que comienzan a actuar como “vigilantes” de manera consciente e inconsciente saliendo de sus hogares o empleos con la visión de “defender y defenderse” de los grupos o delincuentes que intentan despojar a ellos o a otros ciudadanos de sus valores y que para estos fines delictivos, utilizan la violencia física y verbal, llegando inclusive a asesinar por unas cuantas monedas.

A partir del 2015 los llamados “justicieros” empezaron a tomar fuerza en el área metropolitana. Ni uno solo ha sido detenido por las autoridades, ni denunciado por los testigos, quienes prefieren apoyarlos que entregarlos a los elementos de seguridad pública, ya que son ellos quienes hacen el trabajo que les toca a los uniformados.

Tan solo en octubre de 2016 fueron registrados 30 linchamientos en diferentes entidades del país, cerca de la mitad de los que se dieron a conocer durante el 2015.

En febrero de ese año se dio a conocer el caso del gallero Jorge Aduna quien, tras ser víctima de la delincuencia durante varios años, no toleró que en 2015 robaran y violaran a una de sus familiares y decidió no dar aviso a las autoridades. 

Él mismo secuestró y asesinó a seis personas que identificó como criminales. Las investigaciones arrojaron que se equivocó y mató a dos inocentes, por lo que ahora está en la cárcel.

En  mayo, en el poblado Santiago Atlaltongo, municipio de San Juan Teotihuacán, tres personas fueron retenidas por el pueblo luego de ser acusadas de secuestrar a un joven de 17 años, por estos hechos, un hombre y una mujer fueron linchados, otro más tuvo heridas de gravedad.

Delincuentes se disfrazan de justicieros 

Hay quienes se han autodenominado justicieros, para infringir la ley y cometer actos de barbarie como sucedió el pasado mes de Julio cuando difundieron un video mediante redes sociales, donde presuntamente habían atrapado a un ladrón en Santa Julia.

En el video aparecían varios hombres enmascarados, con armas largas  y golpeando a una persona a quien presuntamente detuvieron ellos mismos al sorprenderlo robando en el mercado y el transporte público. 

Tras una denuncia ante la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, presentada por un acomodador de vehículos del mercado de Santa Julia, las autoridades pudieron dar con los presuntos “justicieros”.

La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) informó la detención de dos hombres, quienes presuntamente forman parte del grupo. Al momento de su detención, los imputados tenían en su poder un arma larga, un hacha, cinco máscaras (tres blancas, una verde y una negra), objetos similares a los que se aprecia que utilizan los participantes del vídeo.

La dependencia también informó que traían consigo dos bolsas de marihuana, y uno de los sujetos vestía una sudadera a rallas azules con capucha, como la que porta uno de los participantes en el vídeo.

El denunciante identificó a los imputados como las personas que el 14 de julio lo amenazaron con privarlo de la libertad, si no les pagan semanalmente la protección que ellos brindaban, indicó la PGJ.

¿Porque hay más vengadores?

Dejando a un lado a los políticos que se enriquecen con el dinero del erario público, los mexicanos reflejan la falta de credibilidad en las instituciones que procuran justicia, desatando una inconformidad social que en muchos individuos se convierte en violencia.

El delincuente se escuda en el discurso de la “falta de oportunidades” para estudiar y desarrollarse profesionalmente, justificando de manera inconsciente sus delitos y violencia.

Los “vigilantes” o “justicieros” son el ejemplo más impactante de la debilidad de la vigilancia policial, que expone una variante de vigilantismo que se da en todo el país, en especial en las zonas rurales donde son más profundas la frustración y la falta de confianza en las instituciones.

Aunque el artículo 17 de la Constitución prohíbe ejercer la justicia de mano propia, los expertos calculan que sólo dos por ciento de todos los delitos son realmente castigados y este grado de impunidad ha disparado los índices de autodefensa en todo México.