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Mujeres, en estado de alta vulnerabilidad

Sergio Ramírez 2018-03-13 - 09:15:23

En un escenario violento y desigual viven más de 60 millones de mujeres, es decir el 54 por ciento del total de personas que habitan la República Mexicana, según datos del INEGI, sin que los tres órdenes de Gobierno "aprieten las tuercas" para garantizar un mejor nivel de vida a las mujeres mexicanas, la mayoría de las cuales no tuvo motivos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo.

En pleno siglo XXI, ser mujer en México sigue siendo un riesgo por el alto grado de vulnerabilidad en que se encuentra este sector ante la cultura machista, la falta de leyes más enérgicas que castiguen la violación, la desaparición forzada, trata de personas y lo más preocupante: el alto grado de impunidad en que quedan miles de feminicidios, cuyo índice en los últimos años se ha disparado.

Lamentablemente 7.5 mujeres son asesinadas cada día, más de 50 mil son víctimas de trata de blancas, 15 mil 466 están desaparecidas, existe un promedio de 36.5 violaciones diarias, desigualdad salarial, violencia política de género, además de que 20 millones de féminas han sufrido algún tipo de violencia sexual.

En ese escenario violento y desigual viven más de 60 millones de mujeres, es decir el 54 por ciento del total de personas que habitan la República Mexicana, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sin que los tres órdenes de Gobierno "aprieten las tuercas" para garantizar un mejor nivel de vida a las mujeres mexicanas, la mayoría de las cuales no tuvo motivos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo.

Los estados que registran mayor número de feminicidios son Colima, Guerrero, Zacatecas, Chihuahua y Morelos, informó Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres México. Detalló que los datos recabados hasta 2016, en lo referente a los municipios que presentan mayor violencia de género son Acapulco, Tijuana, Ciudad Juárez, Ciudad Victoria y Ecatepec.

Señaló que aun cuando el Estado Mexicano ha establecido políticas públicas en contra de la violencia de género, estas son insuficientes debido a que los asesinatos de mujeres continúan. "Los niveles son altos y alarmantes, el 66 por ciento de las mujeres ha señalado haber sufrido algún tipo de violencia", resaltó.

A 11 años de promulgarse la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, “la situación de violencia estructural contra las mujeres se ha agudizado, negando a las mujeres el acceso a la justicia y la protección judicial”, estableció el informe de la Red Todos los Derechos para Todos (Red TDT), que aglutina a 87 organizaciones civiles.

Para darse una idea de la grave situación que viven las mujeres, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cada año 64 mil de ellas al igual que niñas son asesinadas en el mundo; y 14 de los 25 países con mayor número de feminicidios están en América Latina y el Caribe, incluido México donde la cifra es alta.

En los últimos 9 años han desaparecido en nuestro país alrededor de 8 mil 495 mujeres, principalmente en el Estado de México y Tamaulipas. De ellas, 625 fueron encontradas sin vida, el resto continúan desaparecidas o fueron halladas en condiciones de otra índole.

En ese mismo lapso solo se interpusieron 50 denuncias por desaparición forzada de mujeres, agregó el informe de la Red TDT, que también documentó que entre 2008 y 2017, 4 mil 230 fueron víctimas de trata, de las cuales 466 eran menores de edad.

Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en México, afirmó que lograr la igualdad de género es un pilar fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, esto no será posible si no prevenimos y ponemos fin a la violencia que enfrentan las mujeres y las niñas.

Alto al feminicidio; el momento es ahora ¡Ni una menos!, un clamor

El pasado 8 de marzo miles de mujeres marcharon no solo en la Ciudad de México sino en otras partes del país como Puebla, Estado de México, Tlaxcala, Hidalgo y Querétaro, para lanzar un nuevo SOS a las autoridades. Alto al feminicidio; el momento es ahora ¡Ni una menos!

Los Grupos Asesores de la Sociedad Civil (GASC) de la ONU, del que México forma parte, manifestaron su preocupación por la falta de cumplimiento en algunos estados de los criterios de paridad. El contexto de violencia e inseguridad que se vive en algunas zonas de nuestro país recrudece la violencia política contra las mujeres, principalmente en el ámbito municipal y en territorios indígenas y rurales.

Otra problemática que enfrentan las mujeres mexicanas es la discriminación salarial, pues ganan menos que los hombres pese a tener los mismos estudios, reveló hace algunos días el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En su estudio "Pobreza y Género en México: Hacia un sistema de indicadores, 2010-2016", se dio a conocer ocho aspectos que evidencian la desigualdad en diversos ámbitos que viven las mujeres.

La cuarta parte de los hogares mexicanos cuentan con una jefatura femenina, es decir que las mujeres se hacen cargo de todos los gastos, y donde suele haber un mayor número de integrantes de población infantil y adulta mayor. “Los hogares con jefatura femenina se asocian también con mayor vulnerabilidad sociodemográfica e incluso mayores porcentajes de pobreza”.

Respecto al acceso a la educación, aun cuando la brecha de rezago educativo disminuyó de 2010 a 2016 con relación a los hombres, las jefas de hogar padecen mayor dificultad para estudiar, sobre todo si están en condición de pobreza, explicó el Coneval.

Por lo que corresponde a los empleos remunerados, el porcentaje de la población trabajadora (hombres y mujeres) sin contrato es de aproximadamente 80 por ciento, del cual 38.6% corresponden al caso de las féminas y un 16.5% a los varones.

El trabajo doméstico no remunerado y de cuidados (a menores o adultos mayores) es uno de los sectores donde se marca más la desigualdad entre hombres y mujeres por la sobrecarga de trabajo a la que están éstas últimas.

En promedio, las mujeres dedican a los quehaceres entre 12 y 17 horas semanales más que los hombres, y entre 5 y 14 horas semanales más al cuidado exclusivo y sin remuneración de otras personas, como menores, adultos mayores o enfermos, dentro o fuera del hogar.

Aunque la falta de acceso a la salud entre las mujeres se redujo entre 2010 y 2016, el sector femenino continúa en desventaja, pues sigue dependiendo de otras personas para poder gozar de este derecho.

En su mayoría, es solo a través de otros familiares, que sean trabajadores, que pueden acceder a servicios de salud gratuitos. Esta situación las coloca en una posición de dependencia y vulnerabilidad “que condiciona su ejercicio del derecho a la protección a la salud”.

Los resultados del Coneval arrojan que la inclusión laboral de las mujeres ha sido inequitativa en los últimos años. Esta situación se refleja directamente en el acceso a la seguridad social como prestación del trabajo.

En 2016 por cada 100 hombres que contaban con seguridad social por parte de su trabajo, 62 mujeres se encontraban en la misma situación. Este indicador prácticamente se ha mantenido constante desde 2010 y la brecha se acentúa entre la población con condición de pobreza.

Entre estos, en 2016, por cada 100 hombres con seguridad social, 49 mujeres ocupadas tenían acceso.

Hace dos años, 8.4 por ciento de los hogares dependientes de una mujer presentaron pobreza. De 2010 a 2016, esta carencia económica se ha mantenido con relación a los hogares dirigidos por un hombre, en los cuales la situación de pobreza ha disminuido, destacó el Coneval.

Desde hace 18 años, los hogares con jefatura femenina experimentan mayores niveles de inseguridad alimentaria, en comparación con aquellos hogares que son mantenidos por hombres.

El consejo argumentó que algunos factores que operan en contra de las mujeres “podrían encontrarse, por ejemplo, en el tipo de inserción en el mercado laboral -cuando se trata de empleos precarios-, así como en el tipo de hogar, los cuales tienden a ser ampliados, de mayor tamaño y con razones de dependencia demográfica mayores”.

Trata de personas, otro grave problema que enfrentan ellas

Con base en información de algunas organizaciones civiles, las estimaciones sobre las víctimas de trata de personas -el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo- van de las 20 mil hasta las 500 mil personas en el país, y en muchos de los casos están coludidos funcionarios públicos con el crimen organizado.

La Procuraduría General de la República (PGR) tiene identificados a 47 grupos criminales que se dedican a la trata de personas. De las 3 mil 312 investigaciones abiertas en todo el país por ese delito desde 2008, sólo se iniciaron mil 156 procesos penales, que desembocaron en 484 sentencias condenatorias, publicó en fecha reciente la revista Proceso.

El informe de la Red TDT recuerda que el Departamento de Estado, en su Informe sobre Tráfico de Personas 2017, deploró que las autoridades mexicanas no brindaron información sobre la colusión de servidores públicos identificados como cómplices de trata, y que desde 2010 no se ha sentenciado a ningún funcionario por su participación en estas redes.

Tlaxcala, el centro de la trata de mujeres con fines sexuales, que se perpetra con impunidad en 35 de sus municipios y donde “el oficio de padrote” está socialmente naturalizado –en palabras del informe–, hubo apenas 13 sentencias condenatorias entre 2008 y 2016, apenas 5% de las 257 denuncias interpuestas durante este periodo.

Emilio Muñoz, integrante del Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés, ubicado en ese estado, subrayó que el gobierno local se negó a proporcionar información sobre el número de víctimas de trata, y concluye: “El mensaje es que en México y en Tlaxcala las mujeres se pueden explotar”.

Refirió que la prostitución forzada, específicamente, es el destino para un gran porcentaje de las mujeres víctimas de trata de personas”, subraya el informe, y precisa que las personas más vulnerables ante este flagelo son las mujeres migrantes provenientes de Centroamérica, 60% de las cuales además padecen violencia sexual en la ruta migratoria.

Muchas veces, la trata de mujeres con fines de explotación sexual termina en feminicidio, pues “cuando las víctimas dejan de ser redituables para el explotador, éste puede simplemente asesinarlas, quedando el crimen en total impunidad", dijo Muñoz a Proceso.

Algunos de los destinos turísticos más importantes de México como Acapulco, Cancún y Puerto Vallarta, son "puntos rojos" en la trata de personas, además de que nuestro país es el principal productor de pornografía infantil.

Entre 2008 y 2017 las comisiones estatales y nacional de derechos humanos emitieron 326 recomendaciones sobre casos de violencia sexual perpetrada por servidores públicos en prácticamente todo el territorio, excepto Aguascalientes, Colima, Querétaro, Yucatán y Sonora; en 41 de estas recomendaciones, agentes de las fuerzas de seguridad utilizaron la violencia sexual para obtener confesiones o castigar a las víctimas.

La CNDH y la embajada de Estados Unidos ven a México como un país de origen, tránsito y destino de víctimas de trata de personas, cuyo número es invisible porque nadie sabe realmente cuántas son, ya que solo existen estimaciones conservadoras de 50 mil, pero hay organismos que calculan medio millón.

"México no cumple plenamente con las normas mínimas para la erradicación de la trata de personas”, asegura el Reporte sobre Tráfico de personas 2017, elaborado por la embajada norteamericana.

La complicidad de las autoridades, la limitada prestación de servicios especializados a víctimas, así como la insuficiencia de albergues, son algunos de los problemas que los norteamericanos detectan en el país, que propician que las víctimas muchas veces sean explotadas nuevamente.

Después de solicitar información a las 32 procuradurías locales, la CNDH informó en el 2016, que de los casos reportados, el 93% de las víctimas de trata de personas son mujeres y en el 26 por ciento menores de edad.

La Comisión reconoció que las mujeres, particularmente las menores de edad, adolescentes y jóvenes son más susceptibles a ser víctimas del delito de trata, lo que se traduce como una vulneración de derechos humanos altamente feminizada y una forma de violencia con base en el género.

La Organización Internacional del Trabajo considera que, si bien 55% de las víctimas de explotación laboral son mujeres y niñas, estas representan el 98% de las víctimas de trata sexual en el mundo.