Planificación familiar, tema principal en el Día Mundial de la Población

Hace 29 años, el Consejo de Administración del Programa de las Naciones unidas para el Desarrollo decidió establecer el 11 de julio como el Día Mundial de la Población, bajo la preocupación de concientizar  el crecimiento poblacional, ya que tres años antes (en 1987) el mundo recibía al niño cinco mil millones, a partir de ese momento surgió la preocupación de concientizar  el crecimiento poblacional.

Incluso Benedetti se pronunció al respecto:

En un día del año 1987 nació el niño Cinco Mil Millones. Vino sin etiqueta, así que podía ser negro, blanco, amarillo, etc. Muchos países, en ese día eligieron al azar un niño Cinco Mil Millones para homenajearlo y hasta para filmarlo y grabar su primer llanto”. 

Este 2018 se cumplen 50 años de que se reconoció por primera vez la planificación familiar como un derecho humano, durante la Conferencia Internacional de Derechos Humanos celebrada en 1968 se firmó la Proclamación de Therán, donde se señala que: “Los padres tienen el derecho humano básico de determinar libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos”. 

Por lo anterior, el tema primordial de este año es la planificación familiar, al respecto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso Nueve estándares para ejercer el derecho humano a la planificación familiar, entre los que se contempla la no discriminación, acceso a la información de métodos anticonceptivos, contar con la información sobre la planeación familiar, que los servicios de salud se proporcionen de manera digna e incluso asesoría en materia de reproducción.

Crecimiento poblacional

Datos de la ONU indican que en 2015 la población mundial era de 7 mil 300 millones de personas, y se estima que para el año 2030 aumentará a 8 mil 500 millones, dichos resultados se basan en la variante media de la proyección de fecundidad,  el cual contempla un descenso de la fecundidad en los países donde aún predominan las familias numerosas y un ligero aumento en países en los que la media de fecundidad es inferior a dos hijos por mujer.