El funcionario encargado de la política del deporte del país representa un lastre para la actual administración. Ejemplo de ello son los bajos resultados obtenidos por la delegación deportiva mexicana en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
La incapacidad del todólogo, Alfredo Castillo, lo distingue en su desempeño como servidor público. Por amiguismo, el presidente de la República lo designó titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). Se confrontó con los directores de las federaciones deportivas, reflejo de los pobres resultados logrados en las Olimpiadas.
Fue premiado con el cargo, pese al trabajo desastroso realizado al inicio del sexenio en la Procuraduría General de la República (PGR), donde tuvo a su cargo la explosión ocurrida en la Torre B2 de Petróleos Mexicanos (Pemex), donde fallecieron 36 personas. Después su paso fue efímero por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
En Michoacán como comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral no logró acabar con la delincuencia organizada y generó más problemas al legitimar a autodefensas al servicio de la delincuencia organizada. Encarceló a quienes no lo respaldaron. Castillo Cervantes representa un lastre para la actual administración, pero asegura que arreglará cuentas con las federaciones próximamente.
Después de haber logrado unificar la opinión pública en su contra, el titular de la Conade, Alfredo Castillo Cervantes, evidenció la ineptitud que lo caracteriza como servidor público, y ejemplo de ello son los bajos resultados obtenidos por la delegación deportiva mexicana en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en Brasil.
Fuera por incompetente
El diputado federal de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynes, lanzó una petición de Change.org, para solicitar la renuncia del comisionado, quien a pesar de carecer de la experiencia necesaria fue designado por dedazo al frente del máximo organismo del deporte amateur.
Senadores del PAN y PRD demandaron la comparecencia del funcionario para que explique por qué los deportistas, quienes participaron en los juegos de verano en Brasil, tenían uniformes remendados o de mala calidad, luego de que se asignaron 2 mil 800 millones de pesos a la delegación.
A pesar de amagar con ajustar cuentas con los representantes del Comité Olímpico Mexicano y de las federaciones de las diversas disciplinas deportivas, la gota que derramó el vaso fueron las fotografías donde Castillo Cervantes luce muy quitado de la pena acompañado de su pareja sentimental.
La prensa, quien respalda al funcionario, señala que las fotografías publicadas donde los pugilistas botean para juntar el dinero y viajar a la justa deportiva fueron armadas para desprestigiar a Castillo Cervantes, quien dice acabar con los privilegios y gastos excesivos de las organizaciones deportivas.
Aunque la Conade ofreció premios de 3 millones de pesos a los atletas que ganaran preseas de oro, 250 mil por plata y 125 mil pesos a los de bronce, los resultados fueron bajos.
Comparados con los otorgados a los atletas en Londres 2012, los estímulos aumentaron considerablemente, ya que hace cuatro años por la presea aurea se concedió medio millón de pesos, un cuarto de millón por la plata e igual 125 mil en bronce.
Dejó un desastre en materia de seguridad en Michoacán
Castillo Cervantes, quien a su paso por Michoacán como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral, se dedicó a legitimar grupos de autodefensas, los cuales operaban para cárteles de droga. Estos se negaron a respaldarlo como José Mireles Valverde, a quienes los metió a prisión luego de fincarles diversos delitos federales.
Después de permanecer por un año al frente del cargo, Castillo no logró acabar con las extorsiones de la delincuencia organizada en el Puerto de Lázaro Cárdenas, la disputa en el trasiego de drogas, además de encubrir a elementos de la policía federal, quienes abatieron 10 personas, una de las cuales recibió 27 balazos en Apatzingán, Michoacán el 6 de enero de 2015.
Incluso, Castillo debió ser relevado por un militar en las tareas de seguridad, tras cuestionarse su desempeño como servidor público en tierras michoacanas.
Como procurador mexiquense, Alfredo Castillo se encargó de esclarecer el caso de la menor de cuatro años, Paullete Gebara Farah, quien fue encontrada muerta entre la estructura de su cama y colchón.
De acuerdo con la versión oficial murió por asfixia a causa de un accidente. El caso fue cerrado, tras reconocerse diversas inconsistencias.
Además, los crímenes contra mujeres se elevaron en 106 por ciento, al pasar de 97 a 200 casos, principalmente en los municipios de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Chimalhuacán, Naucalpan, Tultitlán e Iztapaluca entre 2005 y 2010.
Después de que el extitular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Humberto Benítez, fue cesado por nepotismo, ya que su hija Andrea Benítez ordenó el cierre de un restaurante en la colonia Roma, debido a que no le asignaron la mesa solicitada, caso que se conoció como #LadyProfeco. En su lugar llegó Cervantes Castillo.
Al iniciar la actual administración, Castillo Cervantes se desempeñó como subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR.
Se le vincula como uno de los responsables en la acusación por defraudación fiscal contra la exlideresa magisterial, Elba Esther Gordillo Morales.
También tuvo a su cargo la investigación sobre la explosión ocurrida en la Torre B2 de Pemex, donde perdieron la vida 36 personas y 100 más resultaron heridas.
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