Santa María la Ribera, un barrio popular de la capital

Santa María la Ribera es una colonia tradicionalista y de gran valor arquitectónico e histórico en la Ciudad de México, se ubica en la Delegación Cuauhtémoc.

Todo se remonta a Los Ranchos de Santa María, De la Teja y Los Cuartos, propiedad de los hermanos Flores, mismos que fueron fraccionados para convertirse en la primera colonia de la CDMX, la cual albergaría a la naciente clase media. Su registro como tal aparece en los planos de la capital de 1861.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, la Colonia Santa María la Ribera se transformó en barrio popular a consecuencia del surgimiento de zonas de prestigio en otras partes de la entidad, así como el inicio de los primeros fraccionamientos. Luego del terremoto de 1985 acogió nuevos residentes.

Fue la primera en contar con todos los servicios propios de un condominio, como mercado, escuela y parques públicos, sin faltar su iglesia.

La Calzada de la Verónica (conocida hoy como circuito interior), Insurgentes norte, Nonoalco (el cual data desde tiempos prehispánicos) y la calzada de Santa María la Ribera (avenida México-Tacuba), son arterias muy importantes que ya existían, lo cual contribuyó a que la zona se encuentre perfectamente comunicada.

Actualmente, cuenta con emblemáticos museos como lo son el de Geología y El Chopo, la Fundación Matías Romero, la Casa de Mascarones y su alameda con el kiosco morisco. Algunas de las construcciones aún preservan el estilo sobrio de una colonia, la cual alojó a grandes artistas e intelectuales en las primeras décadas del siglo XX.

Arquitectura al estilo art noveau

El Museo de Geología pertenece a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde Carlos Herrera López, el arquitecto, destaca la imponente fachada a base de figuras con temas paleontológicos, botánicos y zoológicos labrados en alto y bajo relieves.

En su interior se encuentran las puertas de acceso de cedro labrado con cristales biselados. El piso del vestíbulo es alfombra hecha con mosaicos venecianos y la escalera es un ejemplo del estilo art nouveau.

El museo reúne colecciones de minerales, rocas y fósiles distribuidos en ocho salas, donde la principal exhibe un esqueleto de mamut. Después, en la planta alta se exponen diez cuadros de gran formato de José María Velasco, los cuales ilustran las eras geológicas, y varios dibujos del Doctor Atl con el tema de la erupción del volcán Paricutín. Asimismo, exhibe una colección permanente en colaboración con Universum.

El Museo del Chopo es la muestra de la modernidad tecnológica de la época. Es un edificio muy importante, hecho de hierro; fue salón de exhibiciones, pabellón japonés, después Museo de Historia Natural, hasta lo que es ahora: un espacio de la UNAM con actividades culturales, el cual recibe no solo a los habitantes de la colonia, sino a todos los interesados en visitarlo.

Más lugares emblemáticos

Otra parte representativa de Santa María la Ribera es el mercado de la Dalia, un centro de abastecimiento, el cual ha sufrido modificaciones con el paso del tiempo. En noviembre de 2013 se suscitó un incendio, el cual destruyó 20 locales, pero sin dejar heridos. Hoy el mercado sigue en funcionamiento, lugar tradicionalista de esta zona.

La iglesia de la Sagrada Familia, de padres josefinos, con su aspecto un poco árabe; la iglesia del Espíritu Santo, y la Alameda, un espacio muy amplio, de forma rectangular, la cual cuenta con áreas verdes perfectamente unidas alrededor del kiosco.

Dicho kiosko fue construido por el ingeniero José Ramón Ibarrola para el pabellón, el cual México presentó en la Exposición Internacional de Nueva Orleans, de diciembre de 1884 a mayo de 1885, y luego en la feria internacional de San Luis Missouri. Es totalmente de hierro. Sus partes fueron fundidas en Pittsburgh.

De regreso al país fue instalado en la Alameda Central, frente al Corpus Christi, donde era utilizado para celebrar los sorteos de la Lotería Nacional. Llegó en 1910 cuando erigieron el Hemiciclo a Juárez y es lo que más define a la colonia.