De acuerdo a la asociación civil Causa en Común, no hay ningún cuerpo policial estatal en el país que cumpla plenamente con un sistema profesional de carrera policial, profesionalización de los cuerpos policiacos, certificación integral y régimen disciplinario.
En México no existe ninguna policía que cumpla con los lineamientos contemplados en el programa establecidos desde 2009.
El número de las entidades reprobadas suman 15, siendo Tlaxcala, Campeche, Baja California Sur, Zacatecas y Puebla los que obtuvieron las calificaciones más bajas, y que los coloca en grave situación para dignificar a sus oficiales y conformar una fuerza policial estatal única.
La presidenta de Causa en Común A.C., María Elena Morera reveló que según los resultados de su último Semáforo del Desarrollo Policial, la mayoría de las policías del país apenas consiguieron una calificación de 6.1 puntos, lo que está muy lejos de cumplir con su principal función de brindar seguridad a los ciudadanos.
A pesar de los múltiples esfuerzos de acompañamiento ciudadano y los recursos invertidos, no hay ningún cuerpo policial estatal en el país que cumpla plenamente con los siguientes rubros “sistema profesional de carrera policial, profesionalización de los cuerpos policiacos, certificación integral y el régimen disciplinario”.
Indicó que 16 entidades están en alerta amarilla al obtener calificaciones aprobatorias de panzazo, pero siguen presentando inconsistencias en todos o algunos de sus procesos. En este grupo se encuentran Chihuahua, Ciudad de México, Baja California, Guanajuato y Nuevo León.
El número de las entidades reprobadas suman 15, siendo Tlaxcala, Campeche, Baja California Sur, Zacatecas y Puebla los que obtuvieron las calificaciones más bajas, y que les coloca en grave situación para dignificar a sus oficiales y conformar una fuerza policial estatal única.
Carrera Policial
La activista detalló que en carrera policial la gran mayoría de las instituciones policiales carecen de normatividad, presupuesto y personal suficiente para dar un seguimiento adecuado a la carrera de los policías.
Sus procesos, principalmente los ascensos, son irregulares. Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Durango, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla y Tlaxcala no tienen reglamento de servicio profesional de carrera policial y sólo Baja California, Chihuahua, Coahuila, Ciudad de México, Guanajuato, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán operan correctamente.
Formación inicial para la profesionalización
Baja California, Coahuila, Distrito Federal, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, México, Michoacán, Morelos, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán cuentan con instalaciones adecuadas para formar policías en contraste Baja California Sur, Campeche, Puebla, Tlaxcala y Zacatecas tienen deficiencias significativas.
Certificación Integral
Sólo en la capital del país, Guanajuato, Nayarit, Nuevo León, Querétaro y Sonora evalúan conforme a los parámetros establecidos por Ley. En contraste Campeche, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas no realizan evaluaciones de desempeño o su esfuerzo es insuficiente.
Además, datos del Centro Nacional de Certificación y Acreditación (CNCA), del Sistema Nacional de Seguridad Pública, arrojó que en control de confianza al corte de noviembre 2015, un 7.18% de los policías estatales reprobados a nivel nacional siguen en activo y 20.37% de los policías estatales a nivel nacional no han sido reevaluados.
Régimen disciplinario
En términos generales casi todas las Policías estatales cuentan con Unidad de Asuntos Internos; sin embargo, la mayoría solo procesan quejas y no supervisan personal, vehículos, armas, instalaciones, ni operativos por carecer de facultades legales y por falta de personal. Los casos más graves son Sonora y Zacatecas, ya que carecen de dicha figura de control.
En el semáforo destaca que la Voluntad política, el liderazgo de las autoridades, la normatividad completa, la continuidad de mandos y la coordinación son una constante en las entidades que obtuvieron mejores evaluaciones.
Cusaem, una muestra de opacidad policiaca
Durante este sexenio, los Cuerpos de Seguridad Auxiliar y Urbana del Estado de México (Cusaem) han firmado decenas de contratos con dependencias federales, pese a que operan al margen de la ley, ya que no pagan impuestos, reciben por asignación directa la mayoría de convenios y se encargan de la seguridad en instalaciones nucleares y estratégicos del país.
Los Cuerpos de Seguridad Auxiliar y Urbana del Estado de México (Cusaem) asumieron desde el inicio de la actual administración la vigilancia de inmuebles como la sede de la Secretaría de Gobernación, instalaciones estratégicas de agua, electricidad y manejo nuclear, e inclusive la custodia personal de al menos una secretaria de Estado.
No pagan impuestos ni ofrecen seguridad social a muchos de sus elementos que, portadores de armas largas y vehículos blindados, se encargan de cuidar casetas de cobro —contratados por el gobierno—, en carreteras que desembocan en cruces fronterizos de entidades militarizadas donde la violencia campea.
Los diferentes grupos de los Cusaem vigilan casetas en Coahuila, Durango, Sinaloa, Puebla, Veracruz, Tabasco y Campeche, así como las garitas de varias autopistas en el Estado de México.
También, custodian, entre otros inmuebles, los principales centros hospitalarios de la Ciudad de México y el centro del país, las oficinas de la banca, y de medios de comunicación electrónicos del Estado. En total, cuidan las puertas de unas 50 dependencias federales.
Esto es un problema, porque los Cusaem no tienen un régimen jurídico claro. La Ley de Seguridad Pública del Estado de México no los menciona y los mandos de dicho grupo jamás han sido llamados a comparecer al Congreso local donde, además, se ha rechazado toda iniciativa para normarlos.
El exceso policial en contra de la población
El "Abuso policial" es un término que puede abarcar distintas formas de mal comportamiento por parte de elementos policiales, desde su relación con el uso excesivo o brutal de la fuerza física en la realización de un arresto, pasando por detenciones arbitrarias, prácticas discriminatorias del tipo del profiling o distintas formas de extorsión y corrupción.
Los cuerpos policiales de la Ciudad de México han sido destacados por las prácticas del abuso y maltrato en conjunción con el trabajo de las instituciones de procuración de justicia.
En el caso mexicano, se han documentado en diferentes medios actos abusivos por parte de cuerpos policiales.
Entre ellos, de gran repercusión en los últimos años, podemos citar el caso de San Salvador Atenco o una de las más recientes, la tragedia en Nochixtlán que se dijo que los implicados eran policías.
Atender esta problemática de abuso requiere resolver los obstáculos que plantea cada una de estas dimensiones.
Existen modalidades de mal comportamiento policial, como la negación o la prestación incorrecta de un servicio que no corresponde a formas de abuso, pasando por formas de corrupción que representan un mutuo acuerdo entre las partes, hasta prácticas abusivas como las extorsiones, el uso excesivo o brutal de la fuerza y la tortura.
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