Robo de cable “pega” a la Cassim; en lo que va del año reporta siete incidentes

El robo de cable en los pozos de donde extrae el líquido para abastecer a la ciudad de Pachuca y otros 13 municipios de Hidalgo representa ya un “foco rojo” para la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim), que en lo que va del año ha sufrido un total de siete incidentes de este tipo.

En promedio, por cada robo el organismo tiene que desembolsar entre 60 mil y 100 mil pesos, pues no sólo debe reponer el cable para alimentar de energía eléctrica sus equipos de bombeo, sino también reparar las averías que suelen presentarse por las variaciones o las interrupciones súbitas en el voltaje.

Pero quienes más padecen los efectos de la sustracción de cable -el cual se presume es comercializado en el “mercado negro”- son los usuarios, pues el tiempo para restablecer el suministro de agua después de cada hurto oscila entre 24 y 72 horas, sin contar lo que tardan en saturarse las líneas de conducción para que el agua llegue a las tomas domiciliarias.

De acuerdo con el director de la Caasim, Daniel Barrera, el dinero que se gasta en la reposición del cable y la compostura de fallas en los equipos no está considerado en el presupuesto de la institución, por lo que la acción de la delincuencia también afecta las finanzas del organismo operador.

“Es una situación grave en dos sentidos. Primero porque son recursos que no están contemplados, y segundo porque nos afecta parar el servicio y volver a restablecerlo”, señaló el funcionario.

“Hemos tenido problemas con equipos de bombeo que tenemos que cambiar. Afortunadamente siempre tenemos equipos disponibles para hacer la sustitución inmediata, pero por supuesto que son horas de trabajo.

“Y ese tiempo, sobre todo cuando tenemos la presencia de calor, hace que nuestros tanques de almacenamiento se vacíen, y entonces llenarlos para restablecer el servicio nos cuesta más horas de trabajo. En las reparaciones tenemos que parar 24, 36 o hasta 72 horas”, agregó.