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Obtienen electricidad investigadores de Querétaro mediante el vino y queso

Redacción 2021-04-13 - 08:31:31

Los investigadores han encontrado la forma de aprovechar los residuos industriales de la próspera industria del vino y el queso

El vino y el queso no son solo una combinación ganadora para departir con los amigos, familia o en alguna reunión, también se han convertido en materia prima limpia para producir electricidad.

En Querétaro, investigadores de la unidad académica del Instituto de Ingeniería, Unidad Juriquilla, han encontrado la forma de aprovechar los residuos industriales de la próspera industria del vino y el queso que actualmente hay en la región, para obtener hidrógeno y metano; biocombustibles gaseosos útiles para producir electricidad.

El equipo de académicos es encabezado por Germán Buitrón Méndez, quien en entrevista para 24 horas explica que para el proceso se emplea el mosto o zumo de las uvas, así como su cáscara, además del suero de la leche resultante de la industrialización del queso, para darles valor agregado”.

“Nos dedicamos a tratamiento de aguas, pero en este proyecto que hemos venido trabajando por varios años, aproximadamente 6, estamos más enfocados al concepto de ‘biorefinería’, es decir, utilizar, ya no los residuos, sino materia prima para generar productos de valor agregado, evidentemente agua, pero durante el tratamiento obtener otros productos de valor agregado”, explicó el doctor Buitrón.

Pero por qué pensar en el vino y el queso, la razón, señala el académico, es porque los efluentes (líquidos resultantes) de la fabricación de queso y de la fabricación de los vinos es una muy buena materia prima, ya que tienen una alta concentración de materia orgánica que a su vez se transforma en biocombustibles.

En el tratamiento tradicional de agua, las altas concentraciones de materia orgánica son un problema, ya que el reactor, el proceso en sí se vuelve inestable, la aportación que el Instituto de Ingeniería ha hecho con su trabajo es dar estabilidad a este proceso separando las etapas de tratamiento.

Los efluentes vitivinícolas vienen con un pH ácido, que es ideal para iniciar la labor en dos etapas: “En la primera obtenemos hidrógeno a partir de los residuos y lo que sale del primer proceso se pasa al segundo proceso y se produce metano.

Información: 24 Horas