Urge un nuevo modelo alimentario, derecho a la salud del campo, rechazo a la imposición de transgénicos, alto a los megaproyectos de la muerte y oposición al acuerdo Transpacífico, propone el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco Victoria.
Advierte que actualmente no es negocio producir maíz en nuestro país, por lo que cada año se tienen que importar más de 10 millones de toneladas del extranjero.
Los tratados comerciales menosprecian al maíz mexicano y el precio del maíz blanco se encuentra castigado. El poder de las transnacionales está superando al gobierno, y mediante tratados, como el TPP (Tratado de Asociación Transpacífico), las empresas imponen las reglas económicas y políticas a nivel planetario.
Refiere que es otro sexenio más de afectaciones para el campo y con los efectos del cambio climático que es una amenaza creciente de la producción alimentaria, la vida de las personas, la infraestructura y la vivienda en vastas zonas del país, este jueves se celebra “El Día Nacional del Maíz”.
Esta fecha que constituye una propuesta ciudadana, obedece a recordar a las familias campesinas e indígenas que trabajan en las milpas en la producción del grano, señaló el Centro.
Alerta también sobre el uso de la publicidad engañosa que ofrece productos dañinos como alternativas saludables ocultando los riesgos por el uso indiscriminado de aditivos químicos y alteraciones biotecnológicas, mientras el maíz nativo y los alimentos mexicanos son menospreciados.
En relación a los megaproyectos, señala que se presentan constantes agresiones a los pueblos con megaproyectos destructivos y contaminantes avalados por los gobiernos de los distintos niveles, que atentan contra el agua, suelos y medio ambiente.
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