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Saneamiento del Atoyac, promesa incumplida de Rafael Moreno Valle

Fernando Pérez Corona 2016-10-03 - 08:00:23

Uno de los objetivos trazados por el gobierno morenovallista y apoyado por el gobierno federal, fue el rescate de las plantas de tratamiento en la cuenca del Atoyac y con ello, sanear la presa de Valsequillo. Desde 2011 existe un litigio para que la macro planta que opera Degremont se ajuste a los lineamientos actuales, sin que se logre una limpieza total de las aguas que pasan por ella.

La falta de atención a la contaminación del agua en Puebla no solo genera un costo ambiental, sino también de salud para 1.2 millones de personas que viven en la cuenca del Atoyac, principalmente para el sector infantil que además de desarrollar infecciones por picadura de insectos, se enfrentan a enfermedades gastrointestinales mortales y desarrollo de cáncer.

El gobierno morenovallista prometió el rescate de dicho afluente que cruza Puebla, que desemboca con una gran cantidad de contaminantes hasta la presa de Valsequillo y luego vierte sus aguas sin tratar sobre cultivos de la zona de Tepeaca y Tecamachalco, así como Tehuacán. La contaminación es arrastrada por 40 municipios.

De acuerdo con estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la organización Dale la Cara al Río, la contaminación del agua del Atoyac genera gasto por 50 mil millones de pesos por efectos adversos a la salud de las personas.

Además de efectos negativos en los cultivos regados por estas aguas, ya que se calculan en 12 mil millones de pesos, también anuales, según cita la ambientalista, Verónica Mastretta Guzmán, integrante de la agrupación Puebla Verde.

El Atoyac, un afluente tóxico y el tercer más contaminado de México

El Atoyac nace del deshielo de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, está clasificado por Greenpeace como tóxico y es el tercero más contaminado de México. El diagnóstico fue reconocido así en el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2017, donde se fijó el compromiso para impulsar su saneamiento.

La Comisión Nacional de Agua (Conagua) establece que hay mil 500 industrias que vierten sus residuos a dicha afluente, ya sea de manera directa o a través de drenajes, lo cual es ilegal.

Greenpeace detalló que las descargas corresponden a fábricas de la industria alimenticia, textil, química, petroquímica, automotriz, papelera, bebidas, hierro y acero, farmacéutica, curtido de pieles, metalmecánica, siderúrgica y servicios.

Un estudio del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), clasificó al Atoyac como contaminado “ocho veces superior al límite de lo que la propia Conagua clasifica como aceptable”, desde su paso por la ciudad de San Martín Texmelucan, en Puebla, hasta su desembocadura a la presa Manuel Ávila Camacho, al sur del estado.

Se han reportado niveles elevados de leucemia o daño renal en las zonas fuertemente contaminadas como Villalta, San Baltazar y Santa María; habitantes de la zona sufren de genotóxico y con ello el riesgo de padecer cáncer.

78% de las industrias incumplen con en la norma NOM-001

De las industrias que descargan sustancias directamente al río y que fueron evaluadas por el IMTA, 78 por ciento no cumplieron con lo establecido en la norma NOM-001 para algunos de los parámetros básicos como son: metales pesados; 74 por ciento de las industrias presentaron niveles de toxicidad altos. Dichos datos indican que las industrias no limpiaron sus cargas contaminantes e intoxican al río.

La Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México (ANEAS), concluyó en una publicación de abril de 2016, que uno de los problemas del Atoyac es la mala planeación del crecimiento urbano, precisamente en la zona de la Reserva Territorial Atlixcáyotl Quetzálcoatl.

De acuerdo con ANEAS, la construcción de un gran complejo comercial y habitacional en una zona de tradición agraria y transformación de terrenos ejidales de la zona conurbada de Atlixco, generó presión en materia de servicios, sobre todo degradación de las aguas y el suelo. Por dicha razón se requiere de tecnologías de tratamiento que se puedan adaptar a esta problemática.

Uno de los objetivos trazados por el gobierno morenovallista y apoyado por el gobierno federal, fue el rescate de las plantas de tratamiento. Desde 2011 existe un litigio para que la macro planta que opera Degremont se ajuste a los lineamientos actuales, sin que se logre una limpieza total de las aguas que pasan por ella.

Para la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), Luz María Najera Peralta, la contaminación del agua, principalmente del Río Atoyac, es la principal causa de enfermedades gastrointestinales en menores, así como leucemia y cáncer.

Con apoyo de investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se ha comprobado que hay habitantes en zonas de escasos recursos, y cercanas al dren en la zona de Tehuacán, los cuales se bañan o lavan la ropa con el agua contaminada.

Construcción de humedales, alternativa de saneamiento

El Colegio de Ingenieros Civiles de Puebla (Cicep) considera que para el rescate del Atoyac  solo se necesita la construcción de humedales, los cuales requieren de una inversión mínima y es mejor que la construcción de plantas de tratamiento que encarece el proceso en 500 por ciento.

Ignacio Rojas González, coordinador de la iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, denominada Carta de la Tierra, aseguró que la educación multidimensional ayudaría a acelerar el rescate de la afluente en un lapso de 15 años.

Coincide con el gerente de la Conagua en Puebla, Germán Sierra, al citar que al contrarestar la conatminación, el río puede quedar limpio: “Se necesita eliminar la corrupción, reeducar a las autoridades municipales, y crear un referente ético, así como políticas publicas basadas en principios y valores universales”, sostuvo.

Acusó a los 22 ayuntamientos poblanos donde se concentra la industria que vierte contaminantes al Atoyac de ser cómplices de la polución, al permitir las descargas irregulares y no invertir en plantas de tratamiento. 

La asociación civil Dale la Cara al Atoyac, asegura que con un presupuesto de 6 mil millones de pesos se puede sanear el río. También que solo con 8 millones de pesos anuales se puede hacer monitoreo para control de la contaminación. Sí se instrumentan acciones, la asociación considera que en 15 años el río estará limpio.

Nivel de contaminación rebasa 240% los niveles fijados por la NOM 001

Melanie Gabriel Camacho, presidenta de Dale la Cara al Atoyac, describió que los contaminantes —según un monitoreo efectuado por la organización—, rebasa 240 por ciento los niveles fijados por la NOM 001.

Las investigaciones desarrolladas por la asociación arrojan que el agua del río transporta sulfuros, cobre, zinc, aluminio, manganeso, además sólidos suspendidos. Sobre la Demanda de Oxígeno, agregó que rebasa 10 veces el límite de la norma.

Los resultados, remarca, permiten saber que no hay mejoría y que la situación empeora cada día más. Es una evidencia la intención del gobierno estatal de sanear al río, ya que quedó solo en intenciones.


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