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Foto: Fotógrafo 4

Xantolo, tradicional fiesta de la Huasteca para recibir a los muertos

Adela García 2016-10-13 - 16:37:45

La Huasteca hidalguense desde mayo pasado se encuentra realizando los preparativos para llevar a cabo el Xantolo, (del náhuatl que significa "fiesta de muertos") que responde en el pensamiento indígena, a una forma de veneración y remembranza hacia los familiares y vecinos fallecidos.

De acuerdo con la tradición, los "espíritus" regresan a la tierra para visitar a sus antiguos parientes, con el permiso de Mictlantecutli, dios que gobierna el Mictlán o reino de los muertos.

Los preparativos dan inicio en mayo, cuando las familias indígenas compran cerdos y aves para su engorda y posterior venta; posteriormente, a finales de junio, se cultiva la flor cempoalxochitl y "mano de león" o mistonmaitl en las milpas y corrales.

Con estas flores se adornan desde octubre los altares y los cementerios. La flor de cempoalxóchitl significa, en este caso, la vida y la muerte.

Según creencias indígenas de la Huasteca, el día 29 de septiembre, Fiesta de San Miguel Arcángel, inicia el regreso a la tierra de las almas desde el cementerio, por lo que se comienza la ceremonia de entrega de la primera ofrenda con tamales y café.

Para el 18 de octubre, en la Fiesta de San Lucas, se cortan plátanos verdes esperando su maduración en las fechas principales. También se muele cacao, necesario en la elaboración del chocolate.

El 29 de octubre se corta la flor y el 30 los vecinos que no cultivaron acuden por la mañana a las plazas para adquirirla, esta última fecha se conoce como Día de la Flor, aprovechada para la compra de frutas y demás artículos básicos para la fiesta.

El 31 de octubre se ofrendan alimentos a los espíritus de los niños, en especial chocolate y pan, lo mismo que ceras y quema de copal, elemento mediante el cual los espíritus pueden trasladarse a la tierra.

El 1 de noviembre los infantes regresan a sus tumbas, mientras que las campanas anuncian el "arribo" a sus casas de los difuntos mayores o "espíritus" de los muertos adultos; que comienzan a llegar por la mañana del 2 de noviembre; para evitar que se pierdan en el camino, los familiares los "esperan" en los caminos y riegan flores para indicarles la ruta de llegada y regreso.

En la tarde del 2, para despedirlos, se lleva la ofrenda de arco con flores y comida al cementerio, colocado por algunos minutos en cada tumba de los familiares que ahí se encuentran. Una vez terminado el ritual los alimentos son compartidos y consumidos al ritmo de la música de huapango, cohetes encendidos de vela y la danza de los Coles o Viejos.


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