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Hartazgo capitalino, hacen justicia por propia mano

Dulce Diana Alvarez Medina 2016-11-07 - 07:29:07

En 2015, los especialistas determinaron que la capital del país tiene un alto riesgo de que ocurran linchamientos, solo superada por el Estado de México, que tuvo más del doble de casos en 26 años.

El Artículo 17 constitucional, dice que: “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”.

Sin embargo, ante la ola de inseguridad que se registra de manera constante, la ineficiencia que existe por parte de la autoridades, la corrupción que invade el sistema de gobierno del país y la percepción por parte de la ciudadanía del poco o nulo castigo que se les da a los delincuentes, han provocado que en los últimos diez años, los capitalinos y habitantes de zonas limítrofes de la Ciudad de México con otras entidades, hayan intentado o en algunos casos, logrado hacer justicia por propia mano.

Dichas acciones son tomadas por el hartazgo de la sociedad, de verse doblegados, indefensos y amenazados por delincuentes; se han tomado en dos vertientes: con intento de linchamiento por parte de multitudes enardecidas, sin registrarse fallecimientos y acciones espontáneas, donde aparecen los llamados “justicieros, quienes ante el asalto o la amenaza, responden y matan a los agresores. 

Linchamientos a la alza 

De acuerdo con el estudio Linchamientos en México, publicado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) evidencia que este tipo de actos ha ido en aumento en la capital: entre 1988 y 1995 se registraron solo 7 casos, menos de un caso por año; de 1996 a 2009 ocurrieron 33 casos, casi 3 por año, mientras que de 2010 a 2014 hubo 14 casos, es decir, más de 3 por año.

En 2015, cuando se publicó la investigación, los especialistas determinaron que la capital tiene un alto riesgo de que ocurran linchamientos, solo superada por el Estado de México, que tuvo más del doble de casos en 26 años.

En los últimos años han comenzado a surgir grupos vecinales que advierten a los delincuentes que, si son sorprendidos delinquiendo, serán castigados por ciudadanos.

366 linchamientos o intentos de este, ocurrieron en el país en 26 años.

54 de los casos sucedieron en la Ciudad de México, de los cuales 8 resultaron en muertes.

En la capital del país, los linchamientos más conocidos, se cometieron en diciembre de 2012, cuando, por un rumor, comerciantes de Tepito golpearon a un joven, estudiante de medicina, al confundirlo con un asaltante, así como el caso de Tláhuac, en 2004, cuando en San Juan Ixtayopan quemaron vivos a 2 agentes de la extinta Policía Federal Preventiva.

El objetivo de los pobladores que toman justicia por propia mano no es el de asesinar a los delincuentes, por tanto no hay que culparlos de dicha situación, detallan los especialistas.

“Lo que buscan es llamar la atención de las autoridades, hacerles entender que ahí en el sector en el que viven no hay patrullajes, no se ven los policías y que incluso, ya los han solicitado, pero sin respuesta”.

Capitalinos refuerzan seguridad

Actualmente, los casos no se han contabilizado en su totalidad, debido a que las redes sociales han pasado a ser los testigos y una forma inmediata de denuncia; ya que con un video captan al delincuente y el castigo que se le da por parte de los afectados.

El pasado 9 de marzo, 2 personas armadas intentaron asaltar a los pasajeros de un camión de la ruta 81, que va de Taxqueña a Milpa Alta. A mitad del robo, un grupo de hombres que viajaba en el autobús sometió a uno de los asaltantes, mientras su cómplice lograba escapar.

En un video, difundido en internet, se observa cómo 10 personas patean y golpean sin parar al agresor durante 3 minutos. El sujeto les pide que se detengan, pero en respuesta es azotado en el piso por los usuarios, quienes le exigen que les devuelva sus pertenencias.

Un sinfín de videos como este circulan en las redes sociales, principalmente entre grupos vecinales, quienes incitan a sus miembros a acabar con la delincuencia sin intervención de las autoridades.

Incluso, distribuyen una guía con los pasos a seguir para someter y golpear a los malhechores antes de que la policía pueda intervenir y rescatarlos.

Entre las indicaciones, la principal es no llamar a la policía hasta que haya transcurrido un tiempo considerable, el cual les permita golpear a los presuntos delincuentes, incluso lesionarlos de por vida.

Esta guía circula en imágenes, en redes sociales vecinales, en las que también se pide grabar el rostro de los delincuentes para hacer pública su identidad; una vez satisfecha la furia vecinal, se sugiere dejar el asunto en manos de las autoridades.

“Estamos hartos de vivir bajo amenaza, ya no queremos robos, secuestros exprés o algún otro delito, aparte si le llamamos a la policía, el delincuente vuelve a salir, según por falta de pruebas y viene y se desquita, por eso a estas alturas es mejor tomar justicia por propia mano”, declaró Emmanuel Ávila, residente de la delegación Iztapalapa.

Se debe castigar el exceso

El estrés cotidiano y la dificultad para conseguir el sustento, conjugado con la incredulidad por las autoridades, han provocado durante los últimos años que los ciudadanos lleguen al extremo y de manera individual, tomen justicia de propia mano, al grado de asesinar a varios delincuentes. Este tipo de situaciones, a decir del sociólogo y especialista en temas de seguridad pública, Juan Carlos Muñoz, se debe erradicar, castigar y prevenir, ya que de continuar se seguirá fomentando el vacío de autoridad.

“Hay que tener cuidado y aprender a diferenciar estas situaciones; una es que se tolere que una comunidad pueda detener, quizá agredir físicamente a quien ellos sorprendan en flagrancia por cierto delito y otra muy distinta, que una persona al sentirse amenazada accione un arma de fuego, eso es muy peligroso porque se pierde todo el respeto a las instituciones y al Estado que debe ser el responsable de meter orden”, detalla.


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