Récord olímpico en marchas… y bloqueos

Con la pena, en las competencias olímpicas no hemos roto ninguna marca y tampoco ganamos medallas, pero eso sí, la CDMX –el eje de la gran Megalópolis- mantiene el récord mundial como la capital de las marchas y bloqueos, a eso nadie nos gana.

Por supuesto que no es motivo de orgullo, pero es la realidad.

Lo hemos ganado a pulso y por eso todos saben a qué nos referimos cuando hablamos de Marchotitlán.

De acuerdo con datos de la Coparmex-CDMX todos los días se registra un promedio de 25 marchas, plantones y bloqueos con diferentes motivaciones. Las pérdidas económicas, colapsos en la movilidad y afectaciones por horas hombre no-trabajadas son incuantificables.

Aunque se han realizado algunos esfuerzos para regular las marchas, en la Asamblea Legislativa del DF (ALDF) el tema les provoca alergia, lo mismo en el Congreso de la Unión donde existen iniciativas debidamente conservadas en la congeladora.

Hasta ahora se sabe que existen cuatro iniciativas presentadas por el PAN y una por el PVEM pero invariablemente el rechazo a estas propuestas tiene que ver con el uso de la fuerza pública, la cual podría limitar expresiones legítimas del derecho a la libre manifestación.

Pero nadie puede negar que se abusa de estos derechos. Y los terceros afectados, bien gracias.

El caso es que todos tratan el asunto como una papa caliente. Nadie se arriesga a quemarse las manos.

Por ejemplo, las autoridades en el gobierno capitalino advierten que la mayor parte de las motivaciones de las marchas y plantones tienen que ver con temas de orden federal, por lo cual esperan que sean las instancias federales y no las locales las que atiendan los reclamos. Las autoridades limitan su actuación a establecer cortes en las vialidades y ya se hicieron expertos en eso.

En aumento

El punto es que la más reciente opinión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) donde establece que las manifestaciones no deben afectar las vialidades primarias, los profesionales de las manifestaciones se ríen.

En los últimos 100 días, la mayor parte de las manifestaciones han corrido por cuenta de la CNTE y nadie le da una palmadita al ciudadano quien tiene que ir a trabajar y llega tarde.

Aunque no hay cifras definitivas los comparativos son para quitarle el sueño a cualquiera. De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, en poco más de una década las marchas han aumentado 12 veces.

En 2002, en pleno sexenio foxista, se contabilizaron 778 marchas, pero en 2014 la cifra habría llegado a las 9 mil 168.

Para lo que va de 2016 no se han contabilizado estas movilizaciones y está claro que los capitalinos han soportado estoicamente este fenómeno, lo cual no justifica que las

autoridades continúen sin encontrar salidas que permitan recuperar la actividad normal de los capitalinos.

Y para que no extrañe el 24 de agosto se anuncia una caravana de Cuernavaca a la CDMX para pedir la destitución de Graco Ramírez. Ver para creer.

Nuevo ciclo escolar, la prueba del ácido

Este lunes 22 de agosto inicia el nuevo ciclo escolar. En realidad es la prueba del ácido para los 100 días de marchas, plantones y negociaciones entre la CNTE y la Segob.

El sector patronal pidió a las autoridades garantizar que este lunes todas las escuelas funcionen con normalidad. Ojalá y este llamado no se malinterprete y se escuche.

La SEP calcula que con el inicio del nuevo ciclo escolar, la parálisis de la CNTE afectaría a no más de 10 por ciento de las escuelas en aquellas entidades donde tienen mayor presencia.

Como sea, los niños, quienes son miles, podrían resultar afectados. ¿A quién le importa?

Se trata de que todas las escuelas abran sus puertas y operen con normalidad.

Luis González Pérez, el ombudsman, se sumó al llamado a la CNTE para privilegiar los derechos de la niñez y la adolescencia.

Hasta Rigoberta Menchú advierte que  las reivindicaciones sociales son válidas pero sin afectar a los niños.

Organizaciones como Mexicanos Primero tienen sus reservas de mantener mesas de diálogo cuando la CNTE sigue presionando y violentando la ley.

En caso de que dicha coordinadora nacional continúe con el paro, entonces de nada habrán servido las mesas de diálogo, tampoco la liberación de dirigentes magisteriales y mucho menos que les hayan pagado los salarios retenidos por no dar clases y menos la restitución de plazas a los que se habían dado de baja.

Parece que se otorgan privilegios por encima de la ley y los  habitantes de la Ciudad de México se quedan con las pérdidas.

¿Y Melita Peláez? Se quedó atorada en una marcha.