El lorenismo más rancio se lame las heridas

Durante las pasadas campañas políticas Lorena Cuéllar recibió apoyos de diferentes partes del país, el más evidente fue Graco Ramírez, el más claro, Moreno Valle, también Michoacán y la Ciudad de México cooperaron para salvar el barco del sol azteca, que está en franco proceso de naufragio.

Recordemos, en este espacio llevamos una cronología de los intentos del PRD para hacer de Tlaxcala el último bastión, la fuente de recursos, la tabla salvadora del partido de izquierda.

Hagamos memoria, Puebla jugó un papel importantísimo durante la campaña de Lorena, desde ahí se planeó, se operó, se movilizó, y se perdió. San Martín Texmelucan fue el  municipio que más apoyo le dio a la Cuéllar.

La presencia de los ambulantes fue permanente, estuvieron durante la campaña, llenaron sus eventos, se paseaban por todo el estado, sabedores de que con el triunfo recibirían su recompensa.

Incluso el día de las elecciones vino una marejada de ambulantes de San Martín, incluso se les vio en las casillas especiales una noche antes de las elecciones.

Con un apoyo similar de algunos municipios tlaxcaltecas, el triunfo perredista hubiera sido simplemente arrasador.

Y para el que todavía tenga dudas de la conexión Puebla-Tlaxcala sobran hechos, notas periodísticas, fotos, información en las redes sociales.

Pero, ¿acaso es ilegal hacer alianzas inter estatales? No, si los recursos utilizados son reportados debidamente, no, si no se dan cuanta los ciudadanos de Puebla que habrían sido afectados por el uso de recursos fuera de su territorio. No es ilegal.

Pero en este país deberíamos empezar a preguntarnos no solo por lo legal, sino por lo moral, porque la ley siempre tiene espacios o márgenes de maniobra para operar de manera lícita, aunque no siempre moral.

También vale la pena el preguntarnos que recibirían a cambio aquellos personajes que dedicaron tiempo y recursos para la campaña de la perredista, que ofrecía a cambio, cómo pagaría los favores políticos, cómo devolvería el dinero invertido en ella.

Recordemos que en política nada es gratis, ni las visitas de un gobernador a la entidad, ni la presencia del pleno perredista días antes de la elección. Es preciso preguntarnos el qué para imaginarnos cómo se pagará ahora que todo está perdido.

La estrategia es clara, ganar tiempo, insistir en la idea de que todavía es posible ganar, de que todavía está el apoyo y la credibilidad de Puebla, de que Lorena está en pié de lucha aunque tenga que tejer una red de mentiras infinita, como aquella de que todavía es posible revocar el triunfo de Marco Mena y convertirse en gobernadora.

Esto es imposible, no hay manera legal de lograrlo, solamente está por delante el camino del Peje; es decir, el camino de la mentira y la denostación, el camino de decir una mentira tantas veces como sea posible hasta que la misma Lorena termine creyéndola.

El camino de engañar a un grupo de seguidores y polarizando al máximo para crear desestabilidad, porque solo en ella encuentran los mediocres el camino para sus fines.

Mientras, ella de largo y lentejuelas, ellos de riguroso smoking, celebran con Víctor Cánovas en la boda de su hija, donde circularon fotos que contrastan con la filosofía de austeridad del PRD, pero ellos son la cúpula, al fin el pueblo engañado es el que habrá de pelear sus batallas, para mantenerse en esta rancia élite que no sabe de izquierdas ni de derechas, ni de moralidad, ni de ley, sólo de poder.