Si acusas, compruébalo

Por decisión unánime, los magistrados de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmaron la sentencia emitida por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), el cual validó los gastos realizados durante la campaña proselitista realizados por el que fuera candidato a la gubernatura por Tlaxcala, Marco Mena, así como la coalición formada por el PRI-PVEM-PANAL-PS.

De esta manera fue rechazada la impugnación que promovió la que fuera candidata del PRD a la gubernatura, Lorena Cuellar.

La senadora trató de anular la elección promoviendo un recurso ante la autoridad electoral por rebase de topes de gastos de campaña.

Al gobernador electo se le imputaba el haber rebasado su tope de gastos por más de cinco millones de pesos lo cual hubiese bastado para anular la elección.

Los conceptos que argumentó la candidata del PRD fueron excesos en la distribución de material propagandístico como gorras y playeras, así como en lo que respecta a contratación de espectaculares y la colocación de lonas.

Sin embargo, la parte acusadora no solo no pudo comprobar lo dicho, sino que además no logró presentar elementos probatorios.

Ante la ausencia de pruebas, la Sala no encontró indicios que soportaran las aseveraciones sobre los gastos mencionados, por lo que el resolutivo favoreció la causa de la llamada Megacoalición.

Pero ¿Por qué no pudo Lorena comprobar sus acusaciones? ¿Por qué no presentó elementos probatorios? ¿No era acaso la oportunidad para anular la elección y eventualmente llegar a la gubernatura?

La respuesta es simple, no pudo presentar aquello que no tenía. Esto significa que sus declaraciones y no solo eso, sus acusaciones estuvieron cimentadas en el aire. Al no haber medios probatorios no hay nada más qué decir. ¿o sí?

Bueno, estamos hablando de Lorena Cuéllar que al estilo pejista seguramente seguirá insistiendo en que le robaron la gubernatura, que hubo un complot en su contra y que las autoridades de todos los niveles habidos y por haber hicieron un trabajo sucio en su contra.

Lo que resulta más intrigante es cómo va a afrontar los compromisos adquiridos con quienes la apoyaron, porque sus seguidores podrán creer en su palabra, el poder en cambio, solo sabe de poder.

Se dice que Lorena puso toda la carne en al asador, que sus canicas estuvieron contadas y jugó todos sus tiros, ahora esos seguidores que no tendrán chamba, ni hueso ni nada, empezarán a reaccionar ante la ausencia de recursos. La manera en que se solventará el déficit es un verdadero misterio.

Densos nubarrones aparecen en el horizonte lorenista, la saliva sirve para recorrer tramos cortos como una campaña, pero los largos se recorren con dinero.

Sin posiciones para colocar a su gente se vislumbra una tormenta que pondrá a prueba las lealtades construidas sobre la base de intereses que se tambalean. 

Trendig Topic, o cómo incendiar las redes sin tener Twitter ni Facebook

Vaya, el sueño de todo amante de las redes: ser famoso de un día para otro. Pero qué necesidad, para qué tanto problema, diría el finado Juan Gabriel. Sabrá Dios qué pensaba Nicolás Alvarado cuando escribió su artículo para Milenio. Este desprecio por la gente que se considera menos preparada, esta intolerancia para con las preferencias sexuales de una persona, ese clasismo descarado que restriega en el rostro a gran parte de la población, esta sociedad volcada en contra de sus declaraciones.

Mientras los que tienen acceso al privilegio de la educación se sigan asumiendo como parte de una élite que menosprecia al resto de la población, tendremos un país acéfalo, y permanentemente agraviado.

Hoy Nicolás ya no es más el director de TV UNAM y al momento de escribir estas líneas su foto no aparecía entre las plumas de Milenio. Bien merecido.