27/Abril/2024 P A CDMX: 22° EDOMEX: 16° PUE: 10° HID: 7° MOR: 27° QUER: 11° TLAX: 9° 6

Graco: Entre deudas e ilegalidad

Andrés Solano
Corpus Delicti
2016-10-24 07:59:57

Hay una generación completa de mexicanos que toda su vida ha vivido en crisis. La irresponsabililiad de diferentes gobiernos aunado a las condiciones económicas mundiales de los últimos años no nos han permitido salir de ese círculo vicioso.

Todavía recuerdo a José López Portillo diciendo a los mexicanos que defendería al peso como un perro. Ni lo defendió y solo logró quedarse con el mote plasmado en su lujosa mansión a la cual el pueblo apodó cariñosamente la colina del perro.

Las crisis sexenales recurrentes nos han hecho sufrir los peores momentos económicos de América latina, y no es que no hay n otros países con crisis similares pero la recurrencia de las mismas, los ciclos sexenales destructivos que nos dejaron muchos gobiernos como herencia, hacían que el siguiente difícilmente pudiera sobrevivir, o hacer un papel más decoroso.

El solo hecho de saber que un sexenio se acercaba a su fin era suficiente para poner a temblar a la clase media, a encomendarse al creador a la clase baja y a comprar dólares a la clase alta y a los empresarios que podían hacerlo.

Esto era un ciclo que parecía no tener fin, la pérdida del poder adquisitivo, la inflación, el endeudamiento excesivo, la ausencia de cualquier atisbo de disciplina fiscal eran el pan de cada día, el alimento del terror económico que se vivía en los años setenta y ochenta.

Y claro, ante esta situación caótica, el gobierno tenía que ser muy elástico con el asunto de los impuestos ya que apretar en ese punto hubiese sido la gota que derramaría el vaso y provocar un estallido social. Definitivamente recaudar más eficientemente no era una opción.

De ahí que se recurrió al incremento del IVA y a la creación de impuestos como la tenencia, que como seguramente recordará el lector, fue un impuesto “temporal” para salir adelante del enorme compromiso que representaba la celebración de las olimpiadas.

Después de eso lo demás es historia, cero disciplina fiscal, el desaprovechamiento del auge petrolero, el descubrimiento de importantes yacimientos y el boom de los precios que se vivió durante los gobiernos de Calderón y Fox que fue desaprovechado por las presiones de los gobernadores que enarbolando el estandarte del nuevo federalismo reclamaron su tajada del gran pastel de PEMEX.

Este a su vez dejó de invertir en tecnología y exploración y sucumbió ante las exigencias del poderoso sindicato que puso por delante sus intereses antes que los de la empresa que les deba vida a ellos y aliento a la economía nacional.

Así, la última esperanza de tener un ingreso relativamente fácil, desapareció, junto con la esperanza de millones de mexicanos de mejorar no solo sus ingresos sino su calidad de vida.

Durante el último tramo del siglo XX, las nuevas generaciones ya no pudieron vivir mejor que la anterior, el proceso natural de la sociedad que mejora con los años se rompió y así se creó un campo fértil para la delincuencia y el narcotráfico.

Lo demás, amable lector, es historia reciente. Por eso cuando veo a estados como Veracruz y los problemas que deja el huracán Duarte y luego miro hacia nuestro pequeño y pujante estado no dejo de agradecer a la providencia que no estemos en una situación similar.

Un estado con paz social que ha trabajado los últimos años en la generación de empleo y la recomposición del tejido social, con muchas carencias, pero con grandes oportunidades por delante, que es incluso ejemplo de disciplina fiscal, creación de empleo y seguridad a nivel nacional.

Con un poco de trabajo de todos grandes cosas podrían venir para Tlaxcala, así lo ven los inversionistas que apuntan sus ojos y sus billeteras hacia nuestro estado, sin duda, el pequeño gran estado de México.


images/diario/201807/portadadiario.47.201807.jpg

2024-04-26