No es lo mismo ser borracho, que cantinero

“No es lo mismo ser borracho, que cantinero”… esa frase debe venirle muy bien a la recién designada Secretaría de Finanzas y Planeación Clementina Guerrero García, quien se convirtió  en la séptima funcionaria en ocupar ese cargo.

Tras la renuncia de Antonio Gómez Pelegrin, “Tula” llegó con todas las ganas para hacer y des-hacer en la dependencia, pero oh, sorpresa. No Hay dinero.

Ahora, es cuando la funcionaria ha de recordar cuando siendo secretaria de finanzas de la Universidad Veracruzana ella junto con Sara Ladrón de Guevara encabezaban sendas manifestaciones.

Sin querer aceptar que la “transición” empezó antes, Clementina Guerrero García dijo que llega al cargo por instrucciones de Flavino Ríos Alvarado, sin embargo, ella estaba ya designada como parte del equipo de transición del gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.

 “Vine a servir, no a servirme, yo fui nombrada por el señor gobernador, Flavino Ríos Alvarado, tengo cinco minutos que tomé protesta, vengo a trabajar. Acostumbro a dar un paso a la vez y ya veremos qué pasa después del primero de diciembre, eso lo decidirá el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares” afirmó.

La funcionaria dijo que está dispuesta a comparecer ante el Congreso Local y a rendir las cuentas de las finanzas estatales y del estado que estas guardan.

Subrayó que como titular de Sefiplan no va a cometer omisiones y en su caso actuará legalmente en contra de quien sea presentando las denuncias correspondientes e insistió en que el proceso de entrega será auditado, por lo que descartó cometer “pecados de acción o de omisión”.

En su primer “acto” como titular de Sefiplan, sostuvo una reunión con alcaldes de todos los partidos a los que les prometió pagar a la brevedad posible, tras esto, ediles del PAN y PRD abandonaron Casa Veracruz y Palacio de Gobierno que mantenían tomados desde hace dos semanas. Todos los ediles le otorgaron un voto de confianza para cumplir con el encargo en estos 17 días que restan de la presente administración.

Hasta ahí, todo iba bien… pero el problema surgió después cuando Tula tras su primer acto de magia, no pudo continuar al no tener dinero para pagar a los burócratas que salieron a las calles para reclamar su dinero…

De nueva cuenta, el refrán popular tiene razón… No es lo mismo ser cola de vaca, que cabeza de ratón.