Enrique Núñez
Código Rojo
2016-11-28 07:44:10
“La Iglesia tendrá que diversificar y ampliar los métodos, buscar nuevos caminos para acercarse a la gente, ahora que existen tecnologías como Twitter, Internet, Youtube; es decir, una mercadotecnia específica para cada sector de la sociedad”.
Pese a los escándalos de pederastia, desencuentros con el gobierno federal por el tema de los matrimonios gay y la disminución de fieles en el país, la iglesia Católica se siente fuerte; sin embargo, requiere inventar nuevas formas de acercamiento con la gente, a través de la tecnología para acabar con aquellas ideas antiguas, anquilosadas de algunos representantes del clero.
El padre José de Jesús Aguilar, quien reconoció que la jerarquía católica “en muchas ocasiones adolece de personas comprometidas, que con tanto entusiasmo puedan difundir el credo”, la palabra de Jesucristo, los mensajes de paz y fe.
En entrevista para Megalópolis MX, en el espacio radiofónico que se transmite por el 104.1 de Radio Fórmula, Aguilar dijo que el hecho de que aparezcan nuevas religiones, “que llegan del Oriente o pensamientos que invitan a una espiritualidad, yo creo que la Iglesia se siente fuerte porque da un mensaje de valores que surgen del evangelio”.
El representante católico ejemplificó: “Si tú tienes un negocio de verduras y junto a ti se pone otro, lo único que te toca hacer es cuidar tu negocio, ofreciendo un mejor material, mejor precio, dar mayor atención”.
Sin embargo, consideró que “quizá lo que podría faltar es que a veces se tiene un buen producto y se vende muy mal, es decir, no tenemos buenos vendedores, no saben venderlo; y a veces hay un mal producto, pero hay buenos vendedores para colocarlo”.
Señaló que la Iglesia tendrá que diversificar y ampliar los métodos, buscar nuevos caminos para acercarse a la gente, ahora que existen tecnologías como Twitter, Internet, Youtube; es decir, una mercadotecnia específica para cada sector de la sociedad.
La problemática social desde la óptica católica
El padre José de Jesús Aguilar abordó sin tapujos los temas sociales más controvertidos y que en los últimos años han generado polémica como la pederastia, la oposición de la grey católica a los matrimonios entre homosexuales, los desencuentros con el gobierno federal por la inseguridad y aumento de la violencia en el país; los asesinatos, extorsión y secuestros de sacerdotes, así como el celibato.
Respecto a los escándalos donde se han visto envueltos algunos curas, aseguró que las autoridades eclesiásticas han redoblado las acciones para evitar una mayor repercusión al interior de la Iglesia y que no haya impunidad por este tipo de abusos.
Señaló que estos escándalos, que si bien son importantes, dolorosos y que no quisiera que se presentaran, hay otras labores que realizan sacerdotes que no se reflejan en los medios de comunicación como el apoyo a migrantes, a personas sin techo, a familias que no tienen trabajo.
“Los sacerdotes son como los aviones: casi nadie habla de todos los aviones que están volando, pero cuando uno cae se centra la atención en ese punto”, refirió, tras subrayar que a diario los representantes de Cristo ayudan a la gente en su necesidad de fe, de acompañamiento espiritual.
No obstante, el padre Aguilar comentó que frente a este problemática de pederastia, se han tomado medidas más estrictas de control en los seminarios donde se aplican exámenes psicológicos a los candidatos, además de fortalecer las leyes del derecho canónico.
El matrimonio tendrá que ser siempre entre un hombre y una mujer
En cuanto a las diferencias políticas entre la Iglesia y el Estado, José de Jesús Aguilar refrendó la postura católica de rechazo a los matrimonios entre personas del mismo sexo, tal como lo proponía la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, la cual fue rechazada hace algunas semanas en el Congreso de la Unión.
“La Iglesia dice que para nosotros el matrimonio tendrá que ser siempre entre un hombre y una mujer para que esto se convierta en sacramento. De tal manera que este pensamiento no coincide con el que una parte el gobierno ha manifestado y donde hubo un desencuentro”, enfatizó.
Otro enfrentamiento con las autoridades, explicó, se presentó con los informes que emiten respecto a los índices de violencia e inseguridad en el país, secuestros y narcotráfico.
“La Iglesia ha manifestado también que no está de acuerdo con estos informes donde parece que han disminuido estas cosas, cuando en realidad, por el contacto con la gente que tiene cada sacerdote, van en aumento y también, por supuesto, la corrupción que existe en muchos trámites para que haya justicia”, aseveró.
José de Jesús Aguilar indicó que hay preocupación al interior de la jerarquía católica por la desaparición y secuestro de algunos sacerdotes, que ha llegado a la muerte de varios de ellos.
“El celibato no fue instituido por Jesucristo”
Al cuestionarle sobre el tema del celibato que ya existe en la iglesia Ortodoxa, el padre Aguilar recordó que este esquema está contemplado también en la Católica, a nivel de diáconos donde hay algunos casados. No obstante, enfatizó que solo pueden celebrar los sacramentos de matrimonio y bautismo.
La cuestión del celibato no fue instituido por Jesucristo, sino que es más bien una ley de la Iglesia que se ha puesto y quitado en distintas etapas y por eso el Papa Francisco en los últimos meses ha hecho estudios sobre el tema, comentó el sacerdote.
Detalló que en los últimos años se modificó la ley en lo referente a los bienes de la Iglesia, ya que si un sacerdote casado moría entonces se presenta la problemática de la herencia reclamada por la esposa o los hijos, quienes tenían derecho a exigir todos los bienes, incluida la casa parroquial y eso representaba un despojo a los feligreses.
Expuso que: “Esto sucedió durante mucho tiempo, por esa razón la Iglesia dijo: para impedir que bienes que son de la comunidad o de su propiedad como tal, pasen a manos de familiares de sacerdotes, por eso se empezó a exigir el celibato”.
Para finalizar, el padre José de Jesús Aguilar expresó que: “Mucha gente en las parroquias dice: si el sacerdote se casa, yo dejaría de ir a la Iglesia”, por lo cual, admitió, es una situación problemática que requiere un profundo estudio para atender esas inquietudes de la feligresía.