Tlaxcala Segura

Percepción es igual a realidad, es una máxima política que no ha perdido su vigencia, y cuando hablamos de seguridad pública esta cobra una especial relevancia. No basta con estar seguro, es importante pues sentirse seguro.

Durante los últimos años se ha insistido en que Tlaxcala es una entidad segura y no solo eso sino que es una de las más seguras del país. Si bien esto es cierto, hay que decir que la percepción de la población no siempre concatena perfectamente con la realidad.

Cuando se mide la percepción de la seguridad los encuestadores se enfrentan a varios fenómenos que influyen en ésta percepción, el más poderoso de ellos es la contaminación mediática.

Este fenómeno es muy común y seguramente todos hemos sido afectados en cierta medida por él y tiene que ver con los medios nacionales y con las redes sociales.

En primer lugar los medios nacionales, noticieros, portales de internet serios y otros no tanto permanentemente están informando de los sucesos noticiosos más impactantes. Así se prioriza la noticia por su grado de espectacularidad, no por su relevancia ni por la cantidad de ciudadanos afectada.

Bajo ésta lógica tenemos que un asalto ocupará un lugar más relevante en los medios que la inauguración de una carretera, las redes también compartirán el primer evento sobre el segundo. Si el asalto fue a mano armada, y además hubo muertes en el evento, tenemos una noticia viral en potencia.

Pero ¿qué pasa cuando estos eventos ocurren en Tamaulipas o en Chihuahua y no necesariamente en la entidad? La respuesta es nada. Mientras la familia come o la señora prepara la cena está recibiendo información sobre violencia, luego va a las redes y sus contactos alimentan más información similar.

Ella irremediablemente pensará que vive en un lugar inseguro, porque el suceso de Hidalgo está cerca, y el de Tijuana está en su país. Quizás si pueda discernir entre un atentado de Isis en Europa o un evento en los Estados Unidos, pero lo que ocurre en México le afecta a su percepción de inseguridad.

Y la percepción como lo decíamos al principio, va moldeando el estado en que ella se percibe para convertirse finalmente en parte de su propia realidad. Si a eso le agregamos que Tlaxcala está en el ombligo del país, casi todo lo que ocurra en México le queda cerca, para bien o para mal.

Es un hecho que esta posición geográfica privilegiada que se ha manifestado en el último sexenio con la llegada de muchas nuevas empresas, representa un reto para las autoridades locales en materia de seguridad.

El famoso efecto cucaracha ha sido tan publicitado que cualquier persona en su sano juicio sabe que la delincuencia organizada puede migrar en cualquier momento de un estado a otro y establecer sus esquemas operativos con relativa facilidad en cualquier lugar del país si así lo requiere.

Por ellos es importante estar atentos no solo al sentir de la población que tiene conexiones directas entre la emoción y la aceptación de los gobiernos en turno, sino que se debe tener una visión integral del tema, estar atentos a como se mueven los índices reales de la delincuencia y como están operando.

Marco Mena dijo en su última conferencia de prensa a pregunta expresa de un compañero de la prensa que la seguridad es el ecosistema en el cual se desenvolverá su administración que tiene tres ejes de acción y un sustento que es la gobernabilidad.

Hay que estar atentos a estos acontecimientos porque si bien la percepción de seguridad es buena contra el promedio del país, todavía estamos por debajo de Tepic, Campeche y Mérida que se mueven entre el 30% y el 44.5% contra el 57% de la capital Tlaxcalteca, sin duda buenos números pero definitivamente mejorables.