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Alejandro reniega de su padre

Roberto Vizcaíno
Tras la puerta del poder
2016-05-09 13:32:48

“Mientras yo esté aquí, mi papá no pisará el estado”. Alejandro Murat, candidato del PRI-PVEM y Panal al gobierno de Oaxaca, confirma así que su padre, el exgobernador José Murat Casab es un pillo.

Con ello no sólo muestra desesperación por desvincularse de la mala fama y pésima historia personal y política de su padre.

Lo único cierto es que haga lo que haga, prometa lo que prometa, Alejandro Murat sabe que no sería candidato del PRI sin la intervención del exgobernador José Murat Casab. A él le debe no sólo la vida, la formación personal y académica sino su enorme riqueza y, desde luego, el apellido.

Eso es algo de lo que no podrá nunca deshacerse.

Enfrentado a su ineludible origen, Alejandro explica, arguye, razona, promete, asegura, jura que su padre no meterá mano en su Gobierno.
Sólo que nadie le cree.

Alejandro ha corrido versiones en su frustrado intento de poner distancia de su padre.
“Es mi padre y eso no va a cambiar nunca... Yo le tengo cariño y admiración como hijo… pero políticamente lo más saludable es que haya distancia”, ha dicho.

Alejandro alega que él no es igual que su padre. Y al hacerlo, confirma lo que muchos dicen: que su Murat Casab, exgobernador de Oaxaca, es un pillo que saqueó a su estado.

Hace unos días, cuando Alejandro les aseguró a los reporteros, Israel Navarro y Óscar Rodríguez del diario Milenio que, de ser gobernador ‘no dejará a su padre poner pie en Oaxaca’, confirmó que él mismo sabe que su padre, el exgobernador Murat Casab, sigue siendo un peligro latente para su estado.
Y por ello Alejandro Murat pide se le juzgue por su propia historia.

Riqueza Meteórica

Mire Usted, Alejandro Murat nació el 4 de agosto de 1975 en Tlalnepantla, Estado de México, y es egresado de Derecho del ITAM, y tiene 2 maestrías, una de Relaciones Internacionales y otra de Derecho por la Universidad de Columbia en Nueva York.

De regreso a México, y según dicen, por recomendación de José Murat Casab, el entonces gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto lo designó primero como Director General del Instituto de la Función Registral, para después enviarlo al proceso de fundación de la Comisión Especial para la Competitividad y Desarrollo Regional del estado de México, en la cual lo colocó como su titular, para finalmente transferirlo a la dirección del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense. Al salir del gobierno estatal, Peña lo premió con una Notaría.

Pero la protección no quedó ahí. Una vez que el de Atlacomulco llegó a Los Pinos, lo designó director del Infonavit de donde ahora sale para ser candidato del PRI y aliados, a la gubernatura de Oaxaca.

Como candidato Alejandro Murat acaba de registrar una fortuna de 22 millones 509 mil 430 pesos a través de 11 propiedades y dueño de un automóvil Passat 2005 con un costo de 850 mil pesos, más menaje de casa por 1 millón de pesos; joyas recibidas de una herencia valuadas en 200 mil pesos, así como obras de arte con valor de 500 mil pesos.

Con su esposa Ivette Morán de Murat dijo tener 2 inmuebles más -1 en Oaxaca y 1 más en Mérida- y confirmó participar en 12 empresas del sector inmobiliario, transporte, comercial y de servicios, 1 en Estados Unidos de nombre Loma AEAI, LLC, de la que es dueño del 50 por ciento de sus acciones.

En febrero del año pasado The New York Times reveló que Alejandro y su familia, así como su repudiado padre, eran propietarios de al menos 6 inmuebles en Manhattan y en otros sitios de EU. El ahora candidato dio una enredosa y poco convincente explicación para señalar que ni él ni su esposa eran los dueños, sino solo intermediarios en la compra de esos inmuebles.

Yo ingenuamente pregunto: ¿podría ser lo que es y tener lo que tiene sin los dineros aportados por su padre, el exgobernador Murat Casab, al que ha sentenciado a no pisar su estado?

Es decir, si uno pudiera por todo eso juzgar a Alejandro Murat, como él lo pide, pues la conclusión es que ahora su papá y Peña lo harán Gobernador, ¿no?


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