Un escenario difícil

En un escenario nacional adverso las oportunidades para el país no parecen estar muy a la vista, en este escenario convulso todo el mundo quiere llevar agua a su molino.

El conflicto de la gasolina. Hace años era impensable imaginar que en México tendríamos serios problemas con el suministro y con el precio de las gasolinas, pero hoy es una cruda y triste realidad.

La liberalización del precio de las gasolinas fue una jugada con tintes claramente recaudatorios, pero puede ponerse mucho peor. Me explico: El precio ha sido liberado a los flujos del mercado y por tanto, cuando suba el precio del barril del petróleo, esto significa que si el petróleo sube, las gasolinas también lo harán, y cuando baje, esto también bajarán los precios.

Lo que muy pocos se han percatado es que la liberalización se realizó con un precio del barril excepcionalmente bajo porque como recordaremos, durante el sexenio anterior el precio rondaba los 100 dólares el barril.

¿qué significa esto? que si el barril regresa a la tendencia que tuvo los últimos años, tendríamos que pagar la gasolina más o menos al doble de los precios que hoy pagamos y no quiero imaginarme el descontento social que esta situación podría provocar.

Por otra parte, tenemos la opción de crear una gran refinería para surtirnos de nuestra propia gasolina pero dudo que esto ocurra y la razón es muy sencilla. Es mucho más rentable comprar y vender la gasolina que construir un complejo de miles de millones de dólares que en este momento pueden ser ocupados en cualquier otra cosa.

Me queda claro que el precio de la gasolina es la manera de recaudar lo que ya no es posible hacer subiendo impuestos, también creo que si los meses anteriores nos salvamos de la inflación en plena caída del peso, en esta ocasión no podremos hacerlos pues absolutamente todo lo que consumimos en casa y en las industrias es transportado en vehículos a gasolina y por tanto ya estamos viendo alzas en los precios de muchos productos.

En alguna ocasión escuché a un economista decir que el impuesto más justo es el IVA porque el que consume más, paga más. Definitivamente ninguna alza en impuestos será bien recibida nunca pero me parece que el tema de la gasolina fue la peor de las decisiones posibles.

También hay que decir que el gobierno se quedó muy corto con sus medidas para no afectar a la población. No es posible hacer este tipo de alzas cuando tenemos a una cámara de diputados que pesa en recursos y personal el doble de lo que debería pesar económicamente, cuando los sueldos del poder judicial son tan elevados y cuando los partidos políticos reciben un dinero del gobierno que está muy discutido si deberían de recibir o no.

La cámara de senadores anunció recortes que dan risa, sus ajustes no rebasan el 10 % a la baja en cualquier rubro y definitivamente no son significativos.

Por otra parte el PRD, partido en franca extinción, está tratando de organizar a los ciudadanos para decir no al gasolinazo pero no propone realmente nada.

Por su parte Ivonne Ortega compartió una serie de medidas de risa, que parecen más una carta a Santa Claus que algo viable. Pura demagogia.

Finalmente Miguel Ángel Gurría dijo que los precios de la gasolina ya eran insostenibles y probablemente tiene razón pero también es insostenible el salario mínimo vigente, pero eso no es algo que le interese a la OCDE.

Como dijo un funcionario de cuyo nombre no quiero acordarme. La situación del país está bien difícil, pero me voy a jugar golf y se me olvida.