El odio: la crónica negra de todos los días

Esta es la crónica nuestra de todos los días cuyo personaje central es el renacimiento del odio.

1.- En una mañana dominical cientos de miles marchan por las calles de varias ciudades de México y el mundo, levantan la voz contra los discursos de xenofobia y las políticas antiinmigrantes. Para más señas, contra el odio que ha renacido con el presidente Trump.

La marcha es contra la intolerancia de un gobierno y no contra el pueblo estadounidense que también lo está padeciendo, aclara correctamente Enrique Graue, el rector de la UNAM.

2.- El presidente Trump celebra que ya estén diseñando la construcción del muro en la frontera con México. Y como para convencerse de que no estaba faroleando aclaró: “No bromeo”.

3.- Un centenar de empresas de tecnología, las más grandes del mundo, entre estas Apple, Facebook, Google, Linkedin, Netflix y Microsoft, hacen causa común en contra de las medidas antiinmigrantes.

4.- En el estadio Sam Boyd de Las Vegas, Nevada, antes del partido amistoso de futbol entre las selecciones de México e Islandia, el capitán de la selección mexicana, Rafa Márquez, leyó un mensaje contra la discriminación. El resultado del partido ya era lo de menos, como escribió en Facebook el periodista Manuel Ponce.

“Junto con mis compañeros de la Selección Nacional de México, nos declaramos en contra de cualquier forma de discriminación, homofobia, sexismo o racismo. Pedimos que ustedes los aficionados también se unan con nosotros para mostrar los valores verdaderos del futbol: inclusión, diversidad, igualdad y respeto a todos, dentro y fuera de la cancha. Únete. Contigo somos más."

6.- En una entrevista al especialista del sector aeroportuario, Fernando Gómez, y con datos de la aplicación Hopper, la televisora CNN informó que en las 3 semanas que lleva la administración Trump, la demanda global de vuelos hacia Estados Unidos ha caído 17 por ciento; en el caso de México, 21 por ciento de los viajeros ha decidido no volar hacia aquel país. Y esto apenas comienza.

El efecto Trump en el país del maple

Hace unos días, 2 terribles eventos alteraron la tranquilidad de los canadienses.

La noche del domingo 29 de enero un tiroteo contra los asistentes a una mezquita en el Centro Cultural Islámico de Québec, cobró la vida de 6 personas y otras 8 resultaron heridas. Para todos fue una sorpresa, nunca esperaban un ataque terrorista contra la comunidad islámica canadiense.

El primer ministro, Justin Trudeau, condenó el ataque perpetrado por 2 o 3 individuos. El hecho tuvo tal trascendencia que la bandera canadiense ondeó a media asta y miles de personas se solidarizaron con la comunidad musulmana.

En la edición digital de eldiario.es se consignó un detalle venido del lado oscuro. El diario relata que el tuit de @JustinTrudeau condenando el atentado fue aprovechado por Donald Trump Junior para criticar la política del ministro canadiense a favor de los refugiados.

“El fallido líder de Canadá, Justin Trudeau, está llevándoles por el mismo camino que nosotros empezamos hace 8 años. Rezos para Canadá”, escribió Donald Junior, dice el diario y consigna que poco después los mensajes fueron borrados.

Cuatro días después, horas antes de que líderes políticos y miles de canadienses hicieran votos por la unidad de Canadá contra la intolerancia durante los funerales de los musulmanes asesinados en la mezquita de Québec, la fachada de otra mezquita pero en Montreal fue vandalizada. Los muros de esta fueron grafiteados, rompieron un cristal de la puerta principal a la que además arrojaron huevos.

Los atentados fueron calificados de atroces, pues aterraron a los pacíficos canadienses. Y no es para menos.

Canadá es un país excepcional, con un nivel de desarrollo humano y tecnológico impresionante, donde los valores de la diversidad cultural y étnica, la inclusión y el reconocimiento a la migración son factores claves en los niveles de su calidad de vida. Claro, también es un país formado por migrantes.

Al igual que los mexicanos, los canadienses también están preocupados por las políticas proteccionistas de Trump y están preparándose ante un embate de aranceles que cerraría el mercado del vecino incómodo.

Ante el agandalle, la unidad nacional

Mientras, Aquiles Baeza visitaba las nevadas ciudades de Québec y Montreal, en México se conoció del contenido de la conversación telefónica entre los presidentes Donald Trump y Enrique Peña.

Desde la perspectiva de los expertos en puntos de vista de El Rincón del Chamán, la filtración confirmó que el primer círculo de la Casa Blanca recreó aquello del “Comes y te vas”. México juega limpio, pero los vecinos no. Pues que se cuiden Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong porque puede esperarse cualquier cosa de sus contrapartes.

Lo peor que puede hacerse es ir contra el trabajo periodístico que destapó el juego de las filtraciones, pues Trump no solo confirmó la nota, sino que la usó para su beneficio. La verdad es que los estrategas de comunicación del presidente Peña se vieron lentos para ventilar el incidente.

En este episodio el gobierno mexicano tiene el respaldo social y debe actuar con inteligencia para no resquebrajarlo.

La unidad nacional comienza con los ciudadanos y el gobierno debe ir a su lado, sin pretender llevar agua para su molino, sobre todo en los tiempos electorales. Los mexicanos no nos chupamos el dedo, diría mi suegra abuela.

Eso sí, la inclusión y la tolerancia, son antídotos contra el odio que todo lo carcome.

Lavaderus est

1.- Burundanga le pegó a Muchilanga.

Antes de la marcha del domingo, los expertos en puntos de vista de El Rincón del Chamán vieron y leyeron a intelectuales y periodistas agarrarse del chongo en redes sociales como para presumir más nacionalismo que otros.

John Ackerman la agarró contra Leo Zuckermann, pero de ahí no pasó. Y en otra esquina Enrique Krauze supuso que había muchos indecisos en acudir a la marcha y les restregó en la cara que “no marchar proyecta pasividad, indiferencia y hasta cobardía”. Álvaro Delgado le reprochó el regaño innecesario. ¡Tómala! como diría Luis Soto.

Lo que hace falta es que la vehemencia que hoy muestran los líderes sociales no se apague con el tiempo porque esto va para largo, el gobierno de Trump apenas cumplió tres semanas.