100 días de improvisación, imprevisibilidad e incertidumbre

Han transcurrido los primeros 100 días de Donald Trump como primer mandatario de la nación más poderosa del orbe mundial.

Sin embargo, el magnate neoyorquino, impulsor del establishment de Washington, y convencido que el proteccionismo era la fórmula para engrandecer la nación norteamericana, ha tenido que conformarse en estos primeros 100 días de su mandato con convertirse en la figura presidencial menos exitosa, según la prensa estadounidense, y muy lejos de quien estableciera el standard de efectividad respecto de este periodo, en la década de los 30 el presidente Franklin D. Roosevelt, cuando Estados Unidos estaba en medio de la Gran Depresión, en tan solo 100 días y 76 leyes sancionadas, logró mitigar la recesión, reactivar el empleo e impulsar la inversión.

A contrario sensu, Trump se ha encontrado con un mandato colmado de actos revestidos de improvisación, imprevisibilidad e incertidumbre, por lo que hoy es considerado el primer presidente con una popularidad de tan solo 41 por ciento.

Esta situación ha encontrado su fundamento en que las tres decisiones estrella de su mandato, no han podido ser ejecutadas, en gran parte debido a la falta de preparación y realismo para convertir rutilantes promesas electorales en efectivas medidas de su administración.

Los tropiezos 

La imposibilidad de revertir el programa de salud creado por Obama; la no aprobación del financiamiento para su famosos muro en la frontera con México; y el no lograr imponer a los funcionarios que conforman su equipo de trabajo, puesto que 90 por ciento aun requieren ratificación del Congreso.

Así como prácticamente inutilizar aquel contrato que realizó con el elector estadounidense, que llamó su “plan de 100 días para hacer que Estados Unidos vuelva a ser un país grandioso”, instrumento del cual ha sido incapaz de implementar muchas de las acciones ejecutivas que prometió en el mismo, ya que de los 10 grandes proyectos de legislación por los que juró luchar, solo 1 ha sido presentado. Se han enviado 9 al congreso y ninguno ha sido aprobado, ni uno solo.

Son sus principales derrotas en cuanto a promesas de campaña y por otro lado, y que créame abona en nivel determinante para posicionarlo en la anterior situación, resultan las decisiones xenofóbicas, neonazis y hasta consideradas absurdas, que lo han llevado a confrontarse con países como Siria y Afganistán, al grado de bombardearlos, o el movimiento de fuerzas militares hacia Asia Pacífico, así como el enfrentamiento verbal ambivalente con Rusia y China que producen justificadas inquietudes y una incertidumbre a nivel mundial.

Todo aquello nos hace pensar en que podríamos estar ante el inevitable inicio de una guerra mundial, puesto que, en el aspecto militar, Trump, ejerce un poder de decisión omnipotente, sin ningún tipo de control, basta recordar que el uso de la bomba nuclear recae exclusivamente en él, lo que inunda de temor al resto de países.

Todo lo anterior, refleja un balance a todas luces contrario a lo vociferado en campaña por el presidente electo, 31 órdenes ejecutivas, 1 agenda regresiva, 1 descalabro al medio ambiente mundial y 1 retórica propia de un estudiante de secundaria hacen a gran parte de la nación esperar lo peor. De acuerdo con el último sondeo, Trump tiene la aprobación más baja en la historia reciente de los Estados Unidos, con un escaso 39 por ciento.