Se aplican o se van

A casi 9 meses que dio inicio la gestión de Omar Fayad al frente de la administración gubernamental de Hidalgo, la estrategia trazada para revertir las estadísticas de pobreza en el estado al parecer no va en la dirección correcta.

Dentro de los índices dados a conocer por el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, mencionó que el número de pobres aumentó en aproximadamente dos millones de personas, de acuerdo con el documento “Resultados de pobreza en México 2014”.

En tanto, el Coneval señaló que los indicadores de carencias sociales que son relativas al ingreso, rezago educativo, servicios de salud, seguridad social, espacios de vivienda y calidad, servicios básicos y acceso a la alimentación fueron tomados en cuenta para la medición.

Dicha evaluación comprende de 2012 a 2014, y según el documento, México contuvo el crecimiento de la pobreza extrema, a tal grado que disminuyó, pero aumentó la misma en comparación con 2012.

El Coneval considera el rubro de “población en pobreza” a aquellos que tengan al menos una carencia social y un ingreso menor al valor de la línea de bienestar.

La “pobreza extrema” aquella que obtiene un ingreso inferior a la línea de bienestar mínima y al menos tiene 3 o más carencias sociales.

En 2012, Hidalgo tuvo 52.8 por ciento de pobreza, misma que ascendió a 54.3 en 2014. Mientras que en el mismo año, los índices en pobreza extrema fueron de 10.0 por ciento y para 2014 de 12.3 por ciento. En ese periodo la administración estaba a cargo de Francisco Olvera, quien dejó la gubernatura en 2016.

Asciende la pobreza extrema

Haciendo un análisis a los porcentajes que integran el índice de pobreza, se observa que el rubro más crítico es el que corresponde a la calidad y espacios de vivienda con 26.1 por ciento; seguido por el rezago educativo con 5.2 por ciento, posteriormente el acceso a servicios de salud con 4.8 por ciento entre los más representativos. Dichos rubros representan por igual a la pobreza extrema.

Omar Fayad reconoció que la falta de coordinación entre los tres órdenes de gobierno ha dado como resultado que la pobreza extrema se incrementara, por lo que para poder revertir las cifras fue tajante al advertir a sus secretarios la destitución, si no cumplen con el trabajo encomendado.

Siendo de esa manera “la invitación a trabajar por Hidalgo”, los secretarios que están en capilla son: José Ventura Meneses Arrieta de Obra Pública; Sayonara Vargas Rodríguez de Educación Pública; Marco Antonio Escamilla Acosta, de Salud. Así como, Daniel Rolando Jiménez Rojo de Desarrollo Social; Mauricio Delmar Saavedra de Seguridad Pública, entre otros.

Estrategia de alto impacto

A los 75 días de haber iniciado la administración actual de Hidalgo, el secretario de Desarrollo Económico, José Luis Romo Cruz, otorgó una entrevista a esta columna para dar a conocer la estrategia de “alto impacto” a desarrollar en poco tiempo.

Los índices que contaban para dicho plan era revertir, por ejemplo el lugar 21 en cuanto a ingresos por habitante, el lugar 20 en generación de empleo, en competitividad se tenía un foco rojo, pues Hidalgo había pasado del lugar 11 al 19.

El objetivo era hacer una política de desarrollo económico integral para detonar la economía hidalguense. La consideraban integral porque abarca varios ejes de acción que permee en los 84 municipios.

El primer paso era la creación de un ambiente adecuado y de bajo costo para los negocios e industrias ya existentes, así como para los nuevos. Algo muy preciso que se dijo en aquella entrevista “Cada una de las carteras que componen los ejes tendrá que hacer su tarea y erradicar la corrupción”.

¿Qué ha pasado en todo este tiempo?

Tal parece que los encargados de las carteras se han dedicado a crear un ambiente de pasarela sin la menor intención de coordinarse entre sí para revertir los índices negativos que cada vez los hunden más.

La corrupción heredada, los cacicazgos, las revueltas sociales nacionales con impacto estatal, la inseguridad, el robo de combustible, la falta de aseo político para enjuiciar a los expresidentes municipales, las componendas políticas, la inexperiencia administrativa en cargos públicos no solo de los titulares, sino de los colaboradores de las áreas que las integran, etcétera.

La luna de miel terminó con un balde de agua fría con los índices dados a conocer por el Coneval. La respuesta a todo ello está más que complicada, se acerca 2018 y con ello a ningún gobierno le conviene en estos momentos poner mano dura porque le restaría votos.

El ejercicio de los presupuestos estará en el ojo del huracán, cualquier desviación para ayudar a ganar a un partido político o candidato en especial marcará la diferencia en las votaciones, sobre todo en las comunidades de pobreza y de pobreza extrema.

Ser pobre o extremadamente pobre, cómo ayuda a la hora del reparto en todos los aspectos y sentidos.